El icónico Arco Desaguadero, una de las principales puertas de entrada a la provincia de Mendoza, se ha convertido en un triste símbolo del abandono por parte del gobierno provincial. Las obras de remodelación, que comenzaron con promesas de mejorar la imagen y la infraestructura de este importante acceso, han quedado paralizadas, dejando la estructura en un estado deplorable y sin señales de ser retomadas.
Este monumento, que es lo primero que ven los visitantes al ingresar a la provincia, permanece en condiciones de deterioro y abandono, sin avances visibles en su remodelación. La falta de acción del gobierno provincial no solo afecta la imagen de Mendoza, sino también la seguridad y funcionalidad de este punto estratégico de conexión.
La senadora Cristina Gómez ha sido una de las pocas voces que han alzado en defensa de este importante proyecto. A lo largo de los últimos meses, Gómez ha realizo un pedido de informe y gestiono reuniones con las autoridades pertinentes, exigiendo explicaciones sobre la demora en la obra. Sin embargo, hasta el momento, sus reclamos parecen haber caído en oídos sordos.
La senadora ha sido contundente en sus críticas, señalando que la parálisis de la obra no solo perjudica la imagen turística de Mendoza, sino también a los habitantes de la zona y a todos aquellos que transitan por el lugar. El arco, más que un símbolo, es una infraestructura clave que merece la atención inmediata del gobierno.
Es inaceptable que una obra tan significativa haya quedado abandonada a medio camino. Mientras los informes y promesas se acumulan, el Arco Desaguadero sigue siendo testigo del incumplimiento de las autoridades. La ciudadanía y la senadora Cristina Gómez continúan esperando que el gobierno provincial retome y finalice este proyecto tan necesario para Mendoza.