Este miércoles será una verdadera prueba de resistencia para los mendocinos. La provincia se convertirá literalmente en un horno, con una temperatura máxima que trepará a los 37 grados y una mínima que no bajará de los 20. Pero el calor sofocante es solo la primera parte de la historia: el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) encendió las alarmas por lo que vendrá después.
Hay doble alerta en el mapa. La situación más crítica es la Alerta Naranja, que rige para la tarde en Junín, Rivadavia, todo el Valle de Uco (Luján, San Carlos, Tunuyán, Tupungato) y la zona baja de Malargüe.
¿Qué se espera en estas zonas? Un combo peligroso: tormentas localmente severas, caída de granizo de diversos tamaños, mucha actividad eléctrica y ráfagas de viento que podrían superar los 90 km/h. También se prevé mucha agua en poco tiempo (hasta 40 mm).
Para el resto de la provincia, incluido el Gran Mendoza (Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Maipú) y el Este, rige Alerta Amarilla. Aquí también se esperan tormentas fuertes, posible granizo ocasional y ráfagas de hasta 80 km/h hacia la noche, cuando ingrese un frente de viento sur.
En alta montaña, el panorama tampoco es alentador, con precipitaciones en cordillera. La recomendación es clara: hidratarse mucho por el calor y asegurar todo en casa ante la inminente llegada del viento y la piedra.