Mientras miles de mendocinos ajustan hasta en la comida, el Gobierno provincial destina $36 millones solo para mantener la residencia oficial del Gobernador durante tres meses. Sí, $12 millones por mes para cortar el pasto, limpiar la pileta y mantener en condiciones una mansión que ni siquiera fue comprada con fondos públicos, sino donada en 2017 por Enrique Pescarmona.
El Decreto Nº 1408, firmado por la vicegobernadora Hebe Casado en reemplazo de Alfredo Cornejo, autoriza que el dinero salga de la Tesorería General de la Provincia. La justificación: gastos de “administración, cuidado y mantenimiento” del inmueble en La Puntilla, Luján de Cuyo.
En un contexto donde hospitales y escuelas reclaman fondos, y los jubilados viven con aumentos que no alcanzan para un kilo de carne, el Gobierno no escatima en el confort del despacho residencial del mandatario. Una vez más, queda claro que el ajuste no es para todos: la austeridad, parece, termina en la puerta de la residencia del Gobernador.