Mendoza acaba de dar un paso fundamental y pionero en la lucha contra la violencia escolar. La Cámara de Diputados dio sanción final a una ley que marcará un antes y un después en las escuelas: a partir de ahora, los padres o tutores serán legalmente responsables por los casos de bullying o acoso escolar que protagonicen sus hijos.
La modificación del Código Contravencional de la provincia establece que los adultos no pueden mirar para otro lado. Bajo el principio de «responsabilidad parental», se determina que papá, mamá o los tutores tienen el deber indelegable de educar y supervisar. Si un chico agrede, la ley entiende que hubo una falla en esa supervisión.
¿Qué busca la ley? Lejos de ser solo punitiva, la normativa tiene un enfoque preventivo. El objetivo no es meter presos a los padres, sino obligarlos a involucrarse. Se busca romper el ciclo de violencia desde la casa, brindando herramientas a las familias para corregir conductas agresivas antes de que pasen a mayores.
La premisa es clara: el bullying deja secuelas psicológicas y físicas devastadoras en las víctimas. Por eso, la escuela ya no estará sola en esto; la justicia ahora tiene la herramienta para exigirles a los padres que se hagan cargo de los actos de sus hijos. Una medida que promete generar debate y, sobre todo, conciencia.