Colgarse de un micro para viajar: la dura realidad de cientos de jóvenes mendocinos

En las últimas horas se viralizó un video que muestra a un grupo de adolescentes colgándose de la parte trasera de un colectivo en pleno centro de Mendoza. Lejos de tratarse de una “nueva moda”, esta peligrosa práctica evidencia la grave situación social y económica que viven cientos de jóvenes mendocinos.

Las imágenes fueron registradas en una parada de colectivos de Ciudad, donde se observa a menores que corren detrás del micro y se aferran al paragolpes o la carcasa del motor, arriesgando su vida para poder movilizarse.

Esta práctica no es nueva, pero se ha intensificado en barrios populares como La Favorita, donde vecinos aseguran que ya es habitual ver a chicos trasladarse de esta manera. No lo hacen por diversión: lo hacen por falta de recursos para pagar el boleto, en un contexto donde la pobreza infantil supera el 60% en la región.

Más allá del peligro para los jóvenes, la situación exhibe la fragilidad del sistema de transporte público y la presión que sufren los choferes, que muchas veces no pueden advertir que alguien se ha colgado del vehículo, quedando expuestos a responsabilidades legales en caso de un accidente.

Mientras tanto, desde el Gobierno provincial no hay medidas claras ni políticas activas para abordar esta problemática creciente. El transporte sigue aumentando y las condiciones de vida de las familias mendocinas se deterioran día a día.