En una conversación sincera y reveladora con nuestro diario, el Dr. Jesús Espejo, médico psiquiatra especializado en adicciones y coordinador de un dispositivo ambulatorio de la Sedronar, cuestiona la efectividad de las comunidades terapéuticas como solución principal para quienes enfrentan problemas de consumo. Con años de experiencia clínica e investigación en el hospital Perrupato, donde explora nuevos tratamientos farmacológicos, el Dr. Espejo comparte su enfoque sobre la importancia de cambiar hábitos desde el entorno cotidiano de los pacientes y la construcción de un acompañamiento integral para superar las adicciones.
Entrevista al Dr. Jesús Espejo.
“En mi experiencia, es difícil, encontrar casos de personas que han podido rehabilitarse después de buscar ayuda en comunidades terapéuticas para resolver su problema de adicción. No intento generalizar, pueden haber testimonios de recuperación, pero es algo que no veo en mi práctica diaria.” Afirma el Dr. Jesús Espejo en dialogo con el diario ….
Médico psiquiatra, al frente de un dispositivo ambulatorio para el tratamiento de los consumos problemáticos de la Sedronar, es especialista en el tratamiento de las adicciones, ha realizado diversos posgrados en la temática e incluso se encuentra investigando en el hospital Perrupato sobre el uso de nuevos fármacos para frenar el deseo de consumo.
- ¿ Que son las comunidades terapéuticas y porqué usted las desaconseja para salir de las adicciones?
- Son centros residenciales que tratan a pacientes con problemáticas de consumo graves, en donde la persona pasa de algunos meses a años “ en una especie de rehabilitación”, algunas cuentan con profesionales de salud mental y otras son organizadas por personas que se han rehabilitado y aportan acompañamiento desde su experiencia.
No intento desmerecer el trabajo que éstas instituciones realizan, pero sí, poner en evidencia otras formas de abordaje de las adicciones.
- ¿Cómo es eso del microclima?
- Si, es una representación que les hago a mis pacientes cuando me preguntan sobre las internaciones en estos lugares. Les digo que visualicen su vida actual, seguramente, producto de la adicción, han roto vínculos con sus seres queridos, han perdido su trabajo, están con muchas deudas, incluso, han perdido su rutina diaria. Inmediatamente se intenta buscar una solución rápida a ese problema, y surgen las comunidades, lugares donde tenés gente que atraviesa los mismos problemas que vos, no tenés que preocuparte por la comida ya que desde el desayuno hasta la cena está incluido. En la mañana te dan, alguna actividad para hacer, algún taller, una huerta que mantener, etc, a la tarde diferentes grupos terapéuticos para trabajar sobre tu problemática y luego a la cama para continuar al día siguiente con las mismas actividades. Pasan las semanas, el consumo ha desaparecido producto del aislamiento que se ha generado y el paciente está en lo que yo denomino metafóricamente “el microclima” un lugar y momento ficticio generado para que la persona tenga la seguridad de que su vida cambió, sin embargo, esta luna de miel no tiene final feliz. Cuando, luego de un tiempo prolongado se decide el alta del paciente, éste vuelve al mismo lugar del que se fué, con la misma gente y amigos, con los mismos disparadores de consumo. se le regresa el celular y con el tiempo, lamentablemente muchos de estos usuarios terminan por recaer. Es tan sólo una historia pero que con algún que otro cambio veo a diario en mi consulta.
- ¿Pero entonces cual sería la mejor opción de tratamiento?
- Siempre propongo intentar algo un poco más difícil, un proceso interior que posibilite el cambio de hábitos, que se empiece a trazar un nuevo camino en la vida de esta persona, sin dudas, es un proceso más lento y que no muchos están dispuestos a realizar, implica aprender de las recaídas, armar estrategias para dejar de consumir, formar un equipo entre el terapeuta, el familiar y el paciente, es aprender a manejar la ansiedad que genera el dejar de consumir, pero no en un microclima, sino en el mismo lugar en donde esa persona se desarrolla, cuesta, pero a larga es mucho más satisfactoria.
- ¿ usted cree que una persona puede dejar de consumir?
- Soy optimista, si no fuese por esa creencia no me dedicaría a esto, estoy convencido que se puede salir adelante, no es fácil, intervienen muchos factores, sin embargo, con el correcto acompañamiento se pueden lograr grandes cambios.
El Dr. Espejo concluye con un mensaje de optimismo: “Estoy convencido de que una persona puede dejar de consumir. No es un camino fácil, pero con un acompañamiento adecuado y un enfoque que priorice cambios genuinos en la vida del paciente, se pueden lograr grandes transformaciones.” Su propuesta nos invita a repensar las estrategias de tratamiento y a no perder la esperanza en un futuro libre de adicciones para quienes enfrentan esta difícil batalla.