Una pareja sufrió la sustracción de varios elementos en su casa de Rivadavia y aseguró que efectivos se quedaron con mercadería que había en el interior de un freezer que los delincuentes descartaron durante la huida. El caso llegó a la IGS.
Un robo domiciliario, el hallazgo de parte del botín gracias a la rápida participación ciudadana e investigaciones internas y administrativas que se generaron cuando las víctimas aseguraron que policías de una comisaría del Este provincial se quedaron con mercadería comestible que habían recuperado y debían entregar a sus dueños.
El caso llegó a las máximas autoridades policiales departamentales y a la Inspección General de Seguridad (IGS), que en las próximas horas citará a los uniformados que se encontraban de turno al momento del hecho para que den explicaciones sobre las sospechas vecinales, principalmente porque los moradores reclamaban “dos patas de jamón crudo” que se encontraban en el interior de un freezer sustraído de una vivienda particular y recuperado mientras los ladrones huían de la escena.
El hecho de inseguridad ocurrió durante madrugada del lunes en un domicilio de calle Italia de Rivadavia. Un hombre de 79 años se encontraba durmiendo cuando una serie de ruidos lo despertaron minutos antes de las 5. Se trataba de malvivientes que revisaban el domicilio en busca de elementos de valor.
La víctima y esposa constataron con el paso de los minutos que le habían sustraído una caja de herramientas, una agujereadora, tres reposeras, una bicicleta, dos ruedas de auxilio y un freezer con carne y que escaparon a través del portón.
Justamente, el congelador y los alimentos que había en su interior se transformaron en el foco de conflicto entre las víctimas con policías de la Comisaría 13ª y la Unidad Especial de Patrullaje (UEP), quienes fueron acusados de quedárselos cuando levantaron la evidencia y la trasladaron a la dependencia.
Testigos detallaron que ese aparato fue descartado por los delincuentes cuando se activaron un grupo de WhatsApp y la alarma comunitaria y los vecinos salieron a la calle antes de que una movilidad policial se hiciera presente en la escena un rato después.
A las 4.49, el CEO recibió la llamada de un testigo afirmando que, por “calle Aguado, a la altura de los monoblocks”, tres sujetos escapaban con un freezer denunciado como robado minutos antes. Una nueva comunicación amplió explicando que, en calle Sargento Cabral, en la plazoleta cercana al Hospital Saporiti, lo habían dejado tirado sobre la vereda con los comestibles de la pareja de jubilados.
Efectivos de la Unidad Especial de Patrullaje departamental y de la Comisaría 13 llegaron hasta ese sitio y tomaron contacto con la prueba.
Los vecinos fueron los que salieron de sus hogares y les gritaron a los delincuentes para evitar el objetivo del robo. Contaron que no tocaron la heladera y que en su interior había dos patas de jamón crudo, carne de vaca y de conejo propiedad de los septuagenarios.
En charla con este diario, contaron que los primeros en llegar fueron dos policías (un varón y una mujer), quienes preguntaron “qué pasó” y cargaron el freezer a la movilidad. Se lo llevaron prácticamente sin tener diálogo con los presentes: “No nos preguntaron ni nuestros datos, estuvo muy mal el accionar policial”, aseguraron.
Lo cierto es que, durante la mañana de esa jornada, los vecinos de calles Sargento Cabral y Fleming se dirigieron hasta la Comisaría 13ª para reclamar por mayor seguridad en la zona, debido a los reiterados robos domiciliarios ocurridos en los últimos días. Fueron atendidos por las autoridades de la dependencia y le hicieron entrega del freezer recuperado a sus dueños, quienes participaron del encuentro.
Sin embargo, el aparato se encontraba vacío. “La mercadería la sacaron en la comisaría porque estaba cuando dejaron tirado el freezer los ladrones”, sentenciaron los vecinos.
Debido a esto, plantearon la situación al subcomisario de la comisaría y se comprometió a investigar el caso. “Una de las víctimas, una señora mayor de edad, estaba mal; sentía que había sufrido dos robos esa noche, el de los delincuentes y de la policía robando la mercadería del freezer”, detallaron, molestos, los habitantes del departamento esteño.