Las publicidades son seductoras pero la ingesta habitual de bebidas azucaradas trae serios riesgos de salud para niños, adolescentes y adultos. Los especialistas piden mecanismos que disuadan su consumo.
Los especialistas piden mecanismos que disuadan su consumo.
Las gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas son responsables del 10% de los casos de sobrepeso y del 27% de los casos de obesidad en niños y adolescentes de 0 a 17 años, según una investigación del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).
La entidad remarcó la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, como el etiquetado nutricional frontal que cuenta con media sanción del Senado.
Según la investigación que difundió hoy esta institución independiente afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), por el consumo de estas bebidas anualmente en Argentina 774 mil niñas, niños y adolescentes sufren obesidad o sobrepeso.
El estudio también determina a las bebidas azucaradas como una de las causas asociadas a 517.000 casos de sobrepeso y obesidad en hombres y mujeres mayores de 18 años, así como con el 23% de los casos de diabetes diagnosticados en adultos.
El sobrepeso y la obesidad también incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, problemas osteomusculares, accidentes cerebrovasculares, asma, cáncer y otras enfermedades.
La cardióloga Andrea Alcaraz afirmó que los datos permiten pensar que existe un “lado oculto” en el consumo de estas bebidas, pues se desconoce información muy importante sobre las consecuencias que tiene ingerirlas.
Alcaraz explicó que las cifras del estudio del IECS merecen especial atención porque, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2019), Argentina tiene una prevalencia de obesidad infantil del 33%, una de las mayores en América Latina.
“Entre los 5 y 17 años, el 20,7 % tiene sobrepeso y el 20,4 tiene obesidad”, puntualizó la investigadora.
Agregó que en esas bebidas “hay mucha información que está ‘oculta’, que la población desconoce. Por ejemplo, pocos saben que una gaseosa regular (no light) de 600ml, tiene unas 13 cucharaditas de azúcar“.
“Las gaseosas, al igual que las aguas saborizadas y jugos en cajita (muchos de los cuales vienen en envases con dibujos de frutas para parecer saludables/naturales), contienen gran cantidad de azúcar, y el azúcar es una fuente importante de calorías que no aporta ningún otro nutriente”, precisó.
Alcaraz manifestó que “las bebidas azucaradas provocan un aumento importante de las caries que perjudica la integridad de las piezas dentarias. El problema resulta más notorio en niños y niñas con menor acceso al sistema de salud y puede derivar en problemas sociales como el bullying”.
Por su parte, el médico Andrés Pichon-Riviere, director ejecutivo del IECS, aseguró que “limitar el consumo en chicos y chicas es especialmente importante porque las preferencias alimentarias se aprenden en la infancia y persisten en la vida adulta”.
“Este estudio constituye un llamado de atención para quienes toman decisiones sanitarias y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad“, concluyó Pichon-Riviere.