
Entró a robar a una casa en un club, se cocinó, almorzó y hasta lavó los platos antes de ser detenido
Un insólito hecho delictivo tuvo lugar en el Club Murialdo, en la zona de El Carrizal, donde un hombre de 27 años, Ezequiel Serna, fue sorprendido por la policía almorzando tranquilamente en una vivienda que había forzado minutos antes para robar.
El episodio ocurrió el pasado lunes alrededor de las 13:30, cuando personal de seguridad del club notó movimientos sospechosos en una casa deshabitada ubicada sobre calle 8. Al dar aviso a la Subcomisaría El Carrizal, un móvil policial se desplazó rápidamente al lugar y sorprendió al intruso en plena comida.
Según informaron fuentes del caso, Serna —en situación de calle— rompió el vidrio de una ventana para ingresar. Ya dentro del inmueble, preparó una comida con los elementos de la cocina, almorzó un trozo de carne, lavó los platos que usó, se colocó unas pantuflas del propietario, y hasta intentó bañarse, aunque —según sus propias palabras— “no encontró el jabón”.
A pesar de esta pausa culinaria y doméstica, no había olvidado su intención original: en una habitación, los policías encontraron dos televisores LED envueltos en una frazada, listos para ser sustraídos. Todo indicaba que el robo estaba planificado, aunque interrumpido por su insólito descanso.
El sujeto fue detenido en el acto mientras intentaba fugarse. La causa quedó en manos del Ministerio Público Fiscal, que ordenó los procedimientos de rigor y la intervención de Policía Científica para el relevamiento de pruebas en el lugar.
El hecho combina lo absurdo con lo alarmante: un delincuente que se sintió tan cómodo en la propiedad ajena, que actuó como si estuviera en su propia casa.