
En un hecho que sacude los cimientos del poder político y judicial de la zona Este, Leandro Llaver, hijo del conocido diputado radical Daniel Llaver, protagonizó un dramático intento de suicidio en el domicilio donde goza de prisión domiciliaria. Condenado por el aberrante delito de abuso sexual agravado, el hijo del legislador desató una escena de terror y sangre.
Fuentes exclusivas revelaron a este medio que Llaver, en un aparente rapto de desesperación, se autoinfligió profundos cortes en ambos brazos. No contento con ello, y en un acto de demencia, se arrojó al vacío desde la ventana de un segundo piso de su residencia en el Quinto Barrio Empleados de Comercio.
El hijo del poder, quien en abril de 2022 había confesado su culpabilidad en un juicio abreviado para recibir una pena de tan solo 6 años de prisión, fue rápidamente auxiliado por una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado. Trasladado de urgencia al Hospital Perrupato, los médicos de guardia lograron estabilizarlo, confirmando que, increíblemente, su vida no corría peligro.
UN PRIVILEGIO INDIGNANTE
La comunidad de San Martín ruge de indignación. ¿Cómo es posible que un condenado por abuso sexual, en lugar de estar tras las rejas como cualquier ciudadano común, goce de los lujos de una prisión domiciliaria? La excusa oficial, un supuesto cuadro de insuficiencia renal “complejo de atender en la cárcel”, fue el pasaporte que en noviembre de 2023 le permitió a Llaver cambiar una celda por la comodidad de su hogar.
Este nuevo y escandaloso episodio pone en tela de juicio la veracidad de sus problemas de salud y alimenta las sospechas de un trato preferencial gracias a la influencia de su padre, el diputado radical Daniel Llaver. Mientras tanto, la víctima del abuso y la sociedad entera observan atónitas cómo la justicia parece tener una doble vara.