Acorralado por las pruebas, admitió el hecho.
El joven de 29 años acusado de cometer un abuso sexual en contra de su propia hija, fue condenado a 8 años de prisión.
El sujeto, llegó a juicio imputado por los delitos de abuso sexual con acceso y gravemente ultrajante, ambos agravados por la guarda y por el vínculo.
Fue la madre de la menor, quien radicó la denuncia por el hecho que habría ocurrido entre el 27 y 29 de noviembre.
La investigación sostuvo que esos días la pequeña de 4 años se había quedado a dormir en la casa de su padre. En ese lapso de tiempo, el hombre le practicó sexo oral a la menor y obligó a que ella hiciera lo mismo con él. Tras el vejamen, el sujeto le pidió a su hija que no dijera nada al respecto: “Este es un secreto con papá”.
El Programa Provincial de Maltrato Infantil (PPMI) elaboró un informe donde constató que la niña sufrió situaciones traumáticas y ordenó un seguimiento psicológico.