En el primer semestre del 2023, la pobreza infantil en el Gran Mendoza llegaba al 57,7% y en el mismo período de 2024 el indicador se disparó 11,4 puntos y llegó al 69,1% según el Indec, cayeron en la pobreza 27.902 niños menores de 14 años en un año, 76 por día, 3 por hora. En total había en el Gran Mendoza, en el primer semestre de este año, 164.404 niños en esa situación.
Seguro la pobreza infantil habrá descendido en el segundo semestre de este año por la caída de la inflación, pero igual deja un núcleo duro debido a que el porcentaje de niños pobres indigentes llega al 20,6%, son más de 48.000. Casi se duplicó este indicador con relación al primer semestre del año pasado debido a que era de 11,5% y había más de 27.000 niños en esa situación.
Pero lo realmente grave es la falta de políticas para abordar la pobreza y la pobreza infantil. El gobierno provincial siempre se limita a decir que la inflación es el principal problema que incrementa la pobreza y que el gobierno nacional es el que puede controlar esa variable, lo que es cierto.
Pero más allá de eso, se podría debatir sobre acciones a tomar para mejorar la situación de los más desvalidos y que no quede casi todo en manos de la sociedad civil que hace muchísimo por los niños pobres y sus familias. Un debate serio y no el papelón que hicieron con el Consejo Económico, Social y Ambiental.
Para colmo el gobierno provincial no logra dar buena educación para que los que pueden ir a la escuela, al menos logren aprender algo que no sabemos si les servirá en un futuro para insertarse en el mercado laboral. Las pruebas Aprender indican que, en 2022 en matemática, los alumnos obtuvieron entre el nivel básico, satisfactorio y muy satisfactorio un 82,2% y en Lengua un 93,9%, en 2023 el número en matemática bajó al 75,6% y en lengua al 88,1%. El 37,4% de los alumnos del nivel socioeconómico bajo obtiene resultados por debajo del nivel básico en matemática y 19,7% en lengua, según las pruebas Aprender con datos del 2023.
Pero el gobierno cree que la educación de Mendoza es excelente, miente y miente Cornejo cuando dice que con la educación podrá sacar a la gente de la pobreza. Los números de pobreza y de educación indican el fracaso después de 9 años de gobierno radical en estos temas. Seguro no mostró estos datos en la presentación de los “logros” del primer año de su segundo mandato que realizó ayer entre los radicales cornejistas que le creen y le aplauden hasta los suspiros.
Mendoza incomparable
El cornejismo se pone de mal humor cuando se compara a Mendoza con San Juan, algunos que creen saber de economía dicen que hay que compara al Gran Mendoza con el Gran Córdoba, bueno igual le va mal en cuanto a pobreza infantil. Gran Mendoza tiene un 69,1% y Gran Córdoba 68,6%. La economía de Córdoba no tiene nada que ver con la de Mendoza, es incomparable, pero los genios que nos gobiernan piensan así. ¿Qué pasa cuando vemos los números de Cuyo? En el Gran San Juan la pobreza infantil del primer semestre del 2024 fue del 66,3% y en el Gran San Luis del 68,6%.
No es para comparar el penoso desempeño de Mendoza en cuanto a pobreza infantil con Neuquén, obvio que el boom petrolero gracias a Vaca Muerta hace imposible cualquier punto de contacto. Pero deja enseñanzas debido a que fue la única provincia del país en donde bajó la pobreza infantil en el primer semestre del 2024, pasó del 51,8% en los primeros seis meses del 2023, al 48,4%; 3,4 puntos menos. Un ejemplo de cuando hay recursos naturales para explotar y se aprovechan en beneficio de toda la comunidad. Aquí todavía estamos viendo si le ponemos onda a Pata Mora.
También son negacionistas, han llegado dudar de la veracidad de los porcentajes de pobreza infantil en Mendoza debido a que “cada vez hay menos niños”. Ni idea tienen, parece que no saben que el fenómeno no es proporcionalmente directo con las condiciones de pobreza de la población, que pueden afectar más o menos de acuerdo a los ingresos.
Animalitos
Mientras tanto ahí siguen los niños luchando contra la pobreza, a varios los podemos ver por las calles de la ciudad pidiendo en los cafés o revolviendo basura. ¿Cuesta mucho poner un par de trabajadoras sociales para que los registre y les hagan seguimiento de algún tipo? Es muy probable que el paisaje ya se haya normalizado y no sensibiliza a nadie esa situación, por eso es que parece haber una sociedad a la que le importan otras cosas por las que reclama en serio y se moviliza.