Estremecedor testimonio de un hombre que fue asaltado con sus dos hijos en el Acceso Este. Le pusieron una trampa sobre el pavimento, tuvo que frenar su vehículo y lo encañonaron.
Un verdadero drama vivió hace algunos días un joven padre de 36 años, que en momentos que llevaba a sus hijos a la escuela y de manera premeditada por malvivientes sufrió un accidente con su auto, que luego derivó en un violento asalto. Un modus operandi que se repite y las víctimas a merced de los ladrones y la inseguridad.
El hecho ocurrió a las 7.40 en el Acceso Este, a la altura de la calle Nicolás Serpa, zona de Maipú. El hombre iba con su vehículo Nissan en sentido este para dejar a sus hijos, de 4 y 6 años, en un colegio de Rodeo del Medio, cuando cerca de un puente vio una viga totalmente cruzada sobre el asfalto, colocada de manera intencional y con fines delictivos.
“Traté de esquivarla pero no pude, le pegué de lleno y rompí toda la cubierta, la rueda y el paragolpes. Me moví a un costado, le llamé a mi papá para pedirle ayuda y le dije a los nenes (iban a atrás) que se quedaran quietos unos minutos. Yo me imaginaba que me iban a asaltar“, le contó al Diario el damnificado en este caso, quien prefirió resguardar su identidad.
“Pasaron apenas segundos y me reventaron de un piedrazo el vidrio del lado del acompañante. Apareció un tipo con un arma-de fuego- y me pidió el teléfono. Se lo entregué, pero quería otro. Me dijo que si no le daba otro celular, le gatillaba a mis hijos. Yo le explica que no tenía nada más, mientras los nenes gritaban, lloraban y me pedían que llamara a la Policía”, agregó.
Parte de esa angustia terminó cuando el agresor se dio cuenta que no había un segundo celular para robarse, y decidió escapar. Pero no muy lejos.
“Se va, y yo me quedo ahí porque no me podía mover por cómo quedó el coche. Entonces veo que a solo unos metros de donde estábamos, siguió asaltando. Esperaba que otra gente cayera en la misma trampa que nosotros, se les acercaba, les rompía los vidrios y robaba; se escondía y volvía a salir. Al menos atacó a dos personas más en ese lugar, y yo escuché que una mujer gritaba mucho. Mientras, el acceso totalmente a oscuras por la hora y la falta de luminarias”, detalló la víctima.
Otro mal momento
Una vez que familia salió de allí, el hombre se dirigió a la Oficina Fiscal 16 de Rodeo del Medio para radicar la denuncia, de donde salió más disgustado.
“Cuando hacía la denuncia, los policías me piden que describa el arma que llevaba el delincuente, me preguntaban si la podía reconocer. Imaginate si en esa situación vos podés identificar un arma.”, aseguró sorprendido.
“Y como no pude saber qué pistola o revólver era, caratularon el hecho como robo simple”, añadió.
Para cerrar, se refirió a las duras secuelas que le dejó lo sucedido. “Lo del auto son daños materiales y es un dolor de cabeza, peros sin dudas lo peor fue lo que vivimos con los chicos. Son cosas que te dejan marcado. Pido seguridad en la zona y más iluminación, porque realmente no se ve nada; estoy cansado de escuchar sobre robos ahí, y realmente es preocupante porque no sabés si te van a matar por un teléfono”: