Se trata de un hombre, de 77 años, quien se encuentra con domiciliaria y presenta una avanzada artritis. Su médico le recomendó realizar prácticas deportivas y una jueza hizo lugar al pedido.

En un fallo que generó polémica, la Justicia autorizó esta semana a un acusado de abuso sexual a practicar deportes en el Club Mendoza de Regatas. Se trata de un hombre, de 77 años, quien se encuentra sospechado de vejar a su nieto -se reservan las identidades por tratarse de una causa de instancia privada- cuando este tenía sólo 4 años.
El pedido surgió a partir de la grave situación de salud que atraviesa el sospechoso, quien se encuentra con detención domiciliaria y controlado a través pulsera electrónica.
El jubilado fue detenido a mediados de 2023, tres años después de que se radicó la denuncia penal en su contra, y pasó un tiempo alojado en un penal provincial, imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización agravado por el vínculo y por la calidad de guardador.
Durante su estadía en la cárcel, debió ser sometido a una operación de cambio de dos prótesis que tenía en la cadera y en un brazo, situación que provocó que su salud comenzara a deteriorase de manera repentina y vertiginosa, desembocando en una artritis etapa 4.

A raíz del grave cuadro que presentaba, el 25 de septiembre de 2023 la jueza María Cristina Pietrasanta le otorgó el beneficio de la domiciliaria, por lo que pasó a cumplir con la prisión preventiva que le habían impuesto en una vivienda particular, aunque con la condición de que el Servicio Penitenciario lo controlara mediante una tobillera electrónica.
Con el paso del tiempo, las condiciones de salud del sindicado abusador continuaron empeorando, motivo por el cual recientemente su médico le recomendó que realizara una serie de ejercicios que beneficiarían su salud. Ese pedido fue planteado por el abogado defensor, solicitando que se le otorgara un permiso especial para salir del domicilio donde está alojado, con el objetivo de que practicara deporte en el Club Mendoza de Regatas, aunque la solicitud fue rechazada en dos oportunidades.
Frente a eso, se presentaron los informes médicos correspondientes y el hombre fue sometido a peritajes por parte del Cuerpo Médico Forense (CMF), medidas que permitieron avalar la recomendación de su médico particular, por lo que este último martes la defensa insistió con el pedido ante la jueza Pietrasanta.
A partir de los argumentos expuestos, no hubo oposición al pedido por parte de la ayudante fiscal Mercedes Alvarado -en representación de la fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual Virginia Rumbo, a cargo de la causa-, y tampoco desde la querella y la asesora de Menores que presenció la audiencia celebrada en la Sala 21D del Polo Judicial Penal.

De acuerdo con la resolución dictada por la magistrada, el septuagenario quedó autorizado a realizar las prácticas deportivas solicitadas los días martes, jueves, viernes y sábados. Además, deberá ser trasladado hasta Regatas por un chofer particular contratado por él mismo y dentro de la tradicional institución deportiva del Parque General San Martín desarrollará los ejercicios con uno de los tres profesionales que se le asignaron, en un sector aislado del resto de los socios y evitando que tenga contacto con menores de edad, señalaron fuentes judiciales consultadas.
Asimismo, Pietrasanta dispuso que desde la Oficina de Gestión Administrativa Penal Nº 1 (OGAP) se pusiera en conocimiento a la Unidad VIII de Detenciones Domiciliarias del Servicio Penitenciario sobre las salidas que se le autorizaron al imputado por abuso sexual, con la finalidad de que tomen los recaudos pertinentes.