En una de las declaraciones más escandalosas e irresponsables de su gestión, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, culpó directamente a las mujeres y al feminismo por la creciente ola de femicidios que azota al país. En lugar de presentar un plan para frenar a los asesinos, la funcionaria responsable de la seguridad de los argentinos optó por revictimizar a las asesinadas.
La aberrante justificación la dio en un canal militante libertario, en un contexto nacional de luto por nueve femicidios en apenas dos semanas. «Si vos lo que hacés es generar una idea de que estás empoderada, de que tenés el poder y sos capaz de pisotear a cualquiera… finalmente lo que te termina pasando es que se te viene en contra», sentenció Bullrich, instalando la peligrosa idea de que la violencia machista es una «reacción» a la libertad de las mujeres.
Lejos de detenerse, la ministra redobló la apuesta y apuntó contra el movimiento que lucha por los derechos de las mujeres: «El desequilibrio que se generó con el feminismo extremo te lleva a situaciones en las que la violencia es tan fuerte que termina destruyendo a la misma persona que genera esa lógica».
Sus palabras no solo ignoran la escalofriante estadística de una mujer asesinada cada 36 horas, sino que le dan un espaldarazo ideológico a los violentos. La entrevista, además, sirvió para sellar su reconciliación con el influencer libertario «Gordo Dan», quien admitió haber hecho campaña en su contra, en una muestra de cinismo político mientras el país llora a sus muertas. La responsable de combatir el delito, culpando a las víctimas: la postal de un gobierno sin rumbo ni empatía.