
Mendoza atraviesa una crisis social alarmante. En los últimos meses, la cantidad de personas en situación de calle ha crecido de manera preocupante, una realidad que se evidencia en plazas, puentes y veredas, donde hombres, mujeres y hasta familias enteras buscan refugio ante la falta de oportunidades y la profundización de la crisis económica.
El impacto de las políticas nacionales, sumado a la inacción del gobierno provincial, ha generado un escenario en el que cada vez más mendocinos se ven forzados a vivir a la intemperie. La falta de asistencia estatal efectiva, la suba de precios y la imposibilidad de acceder a un empleo digno han convertido la calle en el último recurso para muchos.

Frente a esta situación, la senadora provincial Cristina Gomez elevó un pedido de informes al gobierno de Mendoza para conocer qué medidas se están tomando para abordar esta crisis humanitaria. En su presentación, expresó:
Ante la creciente y preocupante cantidad de personas en situación de calle, le solicitamos al gobierno que informe a través de los organismos que correspondan sobre las políticas públicas vigentes orientadas al abordaje de esta problemática. Como senadora del interior de la provincia veo con asombro el aumento de la cantidad de personas solas o familias enteras viviendo en las calles, plazas, puentes o cualquier lugar donde puedan tener un mínimo refugio. Ante el inminente invierno, las bajas temperaturas castigan más aún a las personas en esta situación. Es importante saber y difundir las acciones del gobierno al respecto.

Dicha situación se fue agravando en los últimos años ante la crisis económica y es un síntoma del fracaso del gobierno provincial que hasta ahora no da soluciones reales a esta triste realidad, y el cual, con sus políticas apegadas al gobierno nacional, lo único que ha logrado es expulsar más mendocinos a las calles.”*

A medida que se acerca el invierno, la preocupación crece. No se trata solo de una cuestión de pobreza, sino de abandono estatal. Mientras el gobierno provincial destina miles de millones a gastos cuestionables, la realidad de quienes no tienen un techo no parece estar en la agenda oficial.
Organizaciones sociales y vecinos intentan ayudar como pueden, ofreciendo alimentos y abrigo, pero la demanda es cada vez mayor. Lo que antes se consideraba una situación excepcional se ha vuelto parte del paisaje urbano mendocino.
La pregunta sigue en el aire: ¿qué hará el gobierno para revertir esta crisis? ¿O seguirá mirando para otro lado mientras más mendocinos pierden todo y terminan en la calle?