
La foto de la sumisión ya tiene su precio, y lo pagan todos los mendocinos. Tras el viaje inútil del gobernador Alfredo Cornejo a Buenos Aires para mostrarse como un «aliado» del poder central, el gobierno de Javier Milei formalizó el castigo: un veto feroz a la ley de ATN que le arrebata a Mendoza casi 20 mil millones de pesos.
El número es brutal y expone la magnitud del fracaso. Según los cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), con la ley que convertía los ATN en fondos automáticos, a la provincia le correspondían $23.194 millones para 2025. Con el veto en mano, esa plata que era de los mendocinos ahora queda en la caja de Milei para ser usada como látigo o recompensa. Descontando un pequeño giro a principio de año, el «manotazo» directo a la provincia es de $19.694 millones.
Mientras Cornejo sonreía para las cámaras en la Rosada, en el Boletín Oficial se cocinaba la traición. La excusa del Ejecutivo es una burla al federalismo: argumentan que necesitan los fondos de manera «discrecional» para «emergencias». Un eufemismo que nadie cree y que se traduce en una herramienta de extorsión para disciplinar a las provincias.
El gobierno libertario considera que los ATN son un instrumento «extraordinario y de aplicación discrecional», ignorando que se componen de fondos que aportan todas las jurisdicciones. Con esta decisión, se apropian del dinero provincial bajo un pretexto legalista para financiar su propio ajuste.
Así, la «Mesa Federal» que se vendió como un espacio de diálogo, terminó siendo el escenario de una emboscada. Cornejo fue a buscar una foto y volvió no solo humillado políticamente, sino con 20 mil millones de pesos menos para obras, producción o seguridad en Mendoza. Un fracaso histórico que se mide en billetes.