La historia se repite: Vuelven a endeudar al país por US$4.000 millones para la timba financiera

La misma película de siempre, con los mismos actores y el mismo final trágico para los argentinos. Mientras el Gobierno vende humo con anuncios de «reformas y crecimiento», el Banco Mundial acaba de acelerar la entrega de un nuevo préstamo por 4.000 millones de dólares. La excusa oficial es «mejorar la calidad de vida de la gente», pero la realidad es que esta millonada de dólares llega para alimentar la timba financiera, como ya ocurrió en los peores momentos de nuestra historia.

El anuncio, casualmente, se produce justo después de la foto de Javier Milei con Donald Trump, en un claro gesto de la derecha internacional para avalar un modelo que solo beneficia a los especuladores. El comunicado del Banco Mundial repite el verso de siempre: hablan de «confianza», de «modernizar la economía» y «crear empleo», las mismas palabras que se usaron para justificar los ciclos de endeudamiento que terminaron en crisis y pobreza.

El ministro de Economía, Luis Caputo, un experto en contraer deuda, salió a celebrar la noticia en sus redes sociales, hablando de una «fuerte confianza en los esfuerzos del gobierno». Es la misma confianza que celebraban cuando hipotecaron el futuro del país en gobiernos anteriores, dejando una bomba de tiempo que pagan los jubilados, los trabajadores y los que menos tienen.

Esta nueva inyección de dólares no se verá en obras, escuelas u hospitales. Su destino, como denuncian varios economistas, es sostener la bicicleta financiera, garantizar la fuga de capitales para los amigos del poder y engrosar una bola de nieve de deuda que, tarde o temprano, volverá a estallar. Una vez más, festejan la deuda que pagará el pueblo.