La ministra de Turismo y Cultura de Mendoza concurrió a un salón de belleza el pasado 2 de setiembre, fecha en que se encontraba aislada por presentar síntomas de coronavirus, contagio que finalmente confirmó el gobernador Suarez en su cuenta de Twitter. Días más tarde, una trabajadora del local al que asistió Mariana Juri dio positivo de Covid-19 y, aunque todavía no se determina si fue ella la causante del contagio, la funcionaria habría omitido información en su declaración jurada y podría ser acusada penalmente por desobedecer las medidas implementadas para evitar la propagación de la pandemia.
Las uñas primero
El sábado 5 de setiembre el gobernador de Mendoza confirmó oficialmente que Mariana Juri, ministra de Cultura y Turismo, “ha contraído Covid-19”. Rodolfo Suarez destacó que la funcionaria “estaba trabajando en la primera línea, al principio ordenando los vuelos de repatriados, luego se hizo cargo de la terminal y de coordinar el armado de la logística de los hoteles Covid”. “Hoy se encuentra bien, está siendo atendida en el hospital Lencinas”, aclaró.
La confirmación del contagio llegó luego de varios días en que la ministra presentó síntomas compatibles con la enfermedad que derivaron en la indicación médica del hisopado. De hecho, informó Prensa de Gobierno, y reprodujeron los diarios Los Andes, El Sol, MDZ, Uno y Mendoza Post, que la funcionaria dejó de asistir a su trabajo, “por padecer malestar asociado a COVID-19”, desde el miércoles 2 de setiembre. El mismo día en que fue a un salón de belleza para cuidar y embellecer las uñas de sus manos.
Bajo juramento
A partir de testimonios, imágenes y otros documentos, EL OTRO pudo reconstruir lo ocurrido aquel miércoles. La ministra Juri ingresó al local de Capital (preservaremos el nombre para no exponer a la empresa) con el tapaboca correctamente colocado, e inmediatamente completó la Declaración Jurada de Salud obligatoria, cuyo modelo (ver aquí) comprende los datos personales de clientes, seguidos de información vinculada a posibles contactos, en los últimos 14 días, con gente que ingresó a Mendoza, personas con diagnóstico confirmado de coronavirus, o de trato frecuente que hayan tenido los síntomas característicos de la enfermedad.
Al pie de la planilla, sobre el espacio destinado a la firma y aclaración, reza la siguiente leyenda: “Declaro bajo juramento que a la fecha no presento ninguno de estos síntomas: fiebre (mayor/igual a 37,5°C) y alguno de los siguientes síntomas: tos, dolor de garganta y/o dificultad respiratoria, diarrea, anosmia (dificultad en el olfato). Declaro bajo juramento conocer y comprender las obligaciones de aislamiento impuestas por las autoridades de la República Argentina, y la normativa de la Provincia de Mendoza, bajo apercibimiento de recibir las sanciones legalmente dispuestas para el caso de falsedad de mi declaración y/o incumplimiento de las medidas dispuestas”.
Tras realizar el trámite formal, Juri se acomodó en uno de los sillones donde una manicura le realizó el tratamiento de manos y uñas, extremando las recomendaciones de higiene conforme al grave estado actual de la pandemia. La sesión cosmética se desarrolló normalmente, la funcionaria siempre permaneció con el cubreboca puesto hasta que “en un momento comenzó a toser, como a ahogarse”, narró un testigo a EL OTRO. Fue entonces que se bajó el barbijo para beber el vaso con agua que alivió su molestia hasta que abandonó el local.
Cómo (no) cuidar a la gente que trabaja
“Tenemos que seguir bajando la movilidad y no reunirnos socialmente. Cuidarnos nosotros, pero también cuidar a la gente que por trabajar, tiene que sufrir la enfermedad”, recomendó el gobernador Suarez en el mismo tuit del 5 de setiembre en el que confirmó el contagio de la ministra Juri. Días más tarde, una de las trabajadoras del salón de belleza comenzó con síntomas de coronavirus. “Frío, escalofríos y después empecé con fiebre”, explicó a este diario la mujer que dio a conocer su situación en las redes sociales el último viernes.
“Hoy por una llamada del hospital me confirmaron que soy positivo y por consiguiente mis hijos lo son”, posteó la trabajadora en su cuenta pública de Facebook donde, además de señalar que la ministra de Turismo y Cultura no cumplió con el aislamiento, marcó las profundas diferencias entre su caso y el de la funcionaria provincial: “Ella de inmediato fue asistida por síntomas e hisopada y monitoreada por los médicos del Hospital Lencinas, y en perfectas condiciones, según dijo el Sr. Gobernador en su anuncio… Pero yo tuve que asistir a un médico particular, porque obviamente el sistema de salud está colapsado”.
“Recién me pudieron atender cuando fui con dificultad respiratoria al Hospital Italiano, donde me atendieron de diez y me hisoparon, y obvio que eso lo pagué yo de mi bolsillo, y gracias a mi obra social que me cubrió gran parte”, precisó con bronca la mujer, quien además agregó: “Cuando pienso en esto, pienso en la gente más desfavorecida y me da tanta rabia, porque verdaderamente no sé sabe si van a llegar a ser atendidos”.
Solo con una investigación seria se podrá determinar quién contagió a la trabajadora del local de belleza. También será necesaria una pesquisa judicial para establecer si Mariana Juri, la ministra de “la primera línea”, incurrió o no en el delito de falsificación de documento público o en violación de “las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. Para este último supuesto el artículo 205 del Código Penal establece sanciones de 6 meses a 2 años de prisión, y prevé la inhabilitación por el doble de la condena para funcionarios públicos que violen las prohibiciones.
Fuente el Otro