El gobierno de Mendoza presentó con bombos y platillos lo que denominó un “megaoperativo inédito” en el barrio Santa Teresita de Las Heras, pero los resultados dejaron mucho que desear. A pesar de movilizar cerca de 650 efectivos de diferentes fuerzas de seguridad, incluyendo Gendarmería, Policía Federal, Policía Aeroportuaria y la Policía de Mendoza, el operativo terminó con apenas seis detenciones, dos armas de fuego secuestradas, cuatro vehículos y un ladrillo de marihuana.
El despliegue fue monumental, con helicópteros, drones, fuerzas especiales y un vasto arsenal de recursos logísticos. Sin embargo, el balance final fue decepcionante para una operación de tal magnitud, que incluyó 32 allanamientos y múltiples causas abiertas. La ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, intentó justificar el operativo como parte de una estrategia más amplia, pero los resultados obtenidos no parecen estar a la altura de los recursos invertidos ni de las expectativas generadas.
Los vecinos del barrio cuestionan la efectividad del operativo, mientras que analistas critican que este despliegue masivo parece más una estrategia publicitaria que una acción concreta contra el crimen. “Un operativo de esta magnitud debería haber tenido un impacto mayor, pero todo indica que el gobierno priorizó la foto antes que los resultados”, señalaron opositores al oficialismo.
Lejos de ser un avance significativo en la lucha contra la inseguridad, este operativo expone la falta de planificación y el uso desmedido de recursos para acciones que apenas arañan la superficie de los problemas que enfrenta Mendoza en materia de seguridad.