La edad de inicio en Mendoza y el país es en torno a los 11 o 12 años. Expertos alertan sobre el uso de dispositivos electrónicos para consumir tabaco, que son los más usados por los más jóvenes y cuyas estrategias de venta están directamente dirigidas a ellos. Quienes consumen desde la adolescencia suelen sostener el hábito durante 20 a 30 años.
La edad de inicio de consumo de tabaco es cada vez menor y es por eso que los especialistas aseguran que el tabaquismo se volvió una enfermedad pediátrica. Así lo aseguró la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y justamente es sobre lo que convoca a ocuparse también la Organización Mundial de la Salud (OMS): el consumo en niños y jóvenes.
En Mendoza y el país, la edad de inicio se ubica a los 11 o 12 años, según las últimas estadísticas que se manejan y a la que hizo referencia el doctor Alfredo Morán, responsable del Programa Provincial de Enfermedades Respiratorias y miembro de la AAMR. Morán y el resto de los especialistas ponen el foco en nuevas formas de consumo y dispositivos que apuntan directamente a generar nuevos consumidores por parte de las tabacaleras, a ganar un mercado en el que el objetivo son justamente los niños y los jóvenes.
Con esto hace referencia a que estos consumidores más jóvenes no consumen tanto el cigarrillo tradicional sino nuevas alternativas electrónicas, que además están especialmente diseñadas para atraerlos con sus diseños. Más aún, la apuesta incluye llegar a ellos con publicidad a través de los canales que habitualmente consumen, los canales digitales, redes sociales y juegos.
“Uno de los problemas que hemos tenido a lo largo de toda la historia del tabaquismo es esto de que la industria tabacalera se adelanta y nosotros siempre estamos corriendo detrás, siempre tratando de mitigar todos los efectos que producen los productos que van generando. Y en este caso, la generación de nuevos productos de consumo de tabaco que tiene que ver con los vipers principalmente y cigarrillos electrónicos”, explicó Morán.
Subrayó que estas nuevas formas de consumo de tabaco están apuntadas directamente hacia este tipo de poblaciones.
En relación al inicio del consumo temprano de tabaco y su consideración como enfermedad pediátrica, señaló: “Tenemos que empezar a alertar de esta nueva epidemia que va a afectar a parte de la población pediátrica, los niños, con estas nuevas formas de consumir tabaco, está considerada una enfermedad, obviamente, porque es una adicción y las adicciones son enfermedades y por ende, el punto está sobre las poblaciones menores en este momento”.
Entre alumnos secundarios de Mendoza que tienen menos de 16 años, 2 de cada 10 ha consumido tabaco al menos una vez. La contracara es que 81% no ha probado cigarrillos. Es el resultado de una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) en alumnos de entre 13 y 15 años de sus 6 colegios secundarios el año pasado.
En tanto, la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes en Argentina publicada en 2019 refiere en cuanto a la edad de inicio que más de la mitad (56,9%) de quienes dicen haber fumado alguna vez, lo hizo por primera vez entre los 12 y 13 años. El 8,3% de los jóvenes comenzó a fumar antes de los 10 años y el 76% comenzó a fumar antes de los 14 años. En definitiva, 8 de cada 10 lo hizo entre los 12 y los 15 años.
AVANCE
En este marco es que la OMS advirtió que diversos estudios demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos casi triplica el consumo de cigarrillos convencionales, sobre todo entre los jóvenes no fumadores. Lo hizo al convocar a acciones sobre el tema en el marco del Día Mundial Sin Tabaco 2024 .
Busca que los jóvenes de todo el mundo “insten a sus gobiernos a protegerlos de las tácticas abusivas de los fabricantes de tabaco, que se dirigen a los jóvenes para convertirlos en adictos y lucrarse de por vida”. La entidad refiere que en todas las regiones del mundo, los niños empiezan a consumir cigarrillos electrónicos a un ritmo superior al de los adultos. Según los cálculos, 37 millones de jóvenes de entre 13 y 15 años consumen tabaco. Incluso señala que en la Región de Europa de la OMS, el 20% de los jóvenes de 15 años encuestados declararon haber utilizado cigarrillos electrónicos en los 30 días anteriores.
“Las tácticas de la industria del tabaco y la nicotina convierten a los jóvenes en adictos de por vida”, señala en un comunicado. De hecho, la organización lanzó además un informe titulado “Enganchando a la próxima generación”, en el que pone de relieve cómo la industria del tabaco y la nicotina diseña productos, pone en marcha campañas de mercadotecnia y trabaja para configurar unos entornos de políticas que les ayuden a crear adicción entre los jóvenes del mundo.
Menciona que por ejemplo utilizan sabores tentadores como los de caramelo y fruta o les dan alguna forma llamativa. Agregó además otro dato que pone en evidencia la estrategia: una investigación realizada en los Estados Unidos de América reveló que más del 70% de los jóvenes que utilizaban cigarrillos electrónicos dejarían de usarlos si solo existieran productos con sabor a tabaco.
“El tabaquismo se volvió una enfermedad pediátrica. La tendencia mundial apunta a una reducción de las edades de inicio del consumo de tabaco. Cada vez más, se empieza a fumar a los 12 y los 13 años”, explica la doctora Cristina Borrajo, ex presidenta de la AAMR. Y agrega: “Primero, intentaron captar a las mujeres y las publicidades decían que el cigarrillo servía para controlar el peso o usaban el foco del empoderamiento: vos también podés hacer esto que hacen los varones”, explica.
Las integrantes del programa Para Dejar de Fumar de Damsu, la doctora Silvia Martini, médica clínica, y Diana Calderón, doctora en Salud Mental Comunitaria, advirtieron que efectivamente, la publicidad la están dirigiendo en este momento a través de los influencers o de las redes sociales.
Y advirtieron sobre la vulnerabilidad del grupo y sus efectos de largo plazo al destacar que se sabe que una persona que empieza a fumar o que se hace adicta a la nicotina en la adolescencia va a estar consumiendo tabaco por lo menos alrededor de 20 o 30 años.
ACCIONES
Se trata de un grupo particularmente vulnerable. Por un lado, tienen altos niveles de consumo de contenidos en los canales de comunicación que salen a captarlos. Por otra parte,están ávidos de probar cosas nuevas y los dispositivos electrónicos, les atraen, están de moda y si son usados por otros, más interés generan. Es que si hay algo que mueve voluntades a esa edad es la pertenencia, tener conductas asociadas al grupo de pares.
Como plus, los chicos tienen menos incorporado el concepto de riesgo, propio de la edad, lo que los lleva a minimizar las consecuencias que el mismo puede tener en cuanto a daños para su salud.
Esto ha llevado a la necesidad de cambiar las estrategias de comunicación que llevan a debate para actuar de manera preventiva. Justamente, se juega con las mismas cartas para dar la batalla y se apunta a sus propios intereses para generar conciencia, como el cuidado del ambiente.
Calderón hizo referencia al trabajo de la UNCuyo del que se desprende que si bien está prohibido por ley vender cigarrillos a menores, el 26% de los encuestados señalaron que compraban en edificios cercanos a la escuela. “O sea, que se les está vendiendo siendo menores y se les venden también cigarrillos sueltos, cosa que está prohibida”, subrayó.
“Esto también nos desafía a nosotros como población adulta a trabajar la prevención en las escuelas y en las casas para que generen una conciencia sobre el daño, sobre lo que eligen y sobre la dependencia que se genera a lo largo de los años iniciándose en el consumo de tabaco de cualquier forma, tradicional o con los nuevos productos de cigarrillos electrónicos”, advirtió.
“Los jóvenes a veces piensan que eso es como vapor de agua y saborizantes y desconocen que estos productos tienen sustancias como níquel, estaño, plomo, que son metales pesados y que son perjudiciales para el organismo y por ahí nosotros como adultos lo que estamos tratando es de que ellos puedan generar una mirada crítica frente a estas estrategias y que puedan hacerse conscientes del impacto a nivel de salud y del impacto a nivel ambiental también que genera tanto los cigarrillos tradicionales como los vapeadores”, señaló la profesional.