Milei llegó a Bahía Blanca, seis días tarde y huyendo de la marcha de jubilados

Después de seis días de silencio y sin mostrar señales de preocupación por la catástrofe que dejó 16 muertos, 94 desaparecidos y miles de damnificados en Bahía Blanca, el presidente Javier Milei apareció este miércoles en la ciudad bonaerense para sacarse la foto. Su llegada no fue anunciada previamente y tampoco trajo soluciones concretas.

El desastre ocurrió el jueves pasado, pero Milei recién se hizo presente cuando la presión política y social se volvía insostenible. La marcha de los jubilados, apoyada por hinchas de fútbol, y la tensión en aumento por el escándalo de las criptomonedas en el que está involucrado, parecieron empujar al presidente a moverse de su habitual zona de confort: las redes sociales y sus giras internacionales.

El mandatario llegó acompañado por su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich –quien había visitado la zona días atrás– y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. En Bahía Blanca se sumó el ministro de Defensa, Luis Petri, quien ya estaba coordinando las tareas de las Fuerzas Armadas en la zona.

Sin embargo, la presencia del presidente no significó un cambio en la gestión de la emergencia. No hubo anuncios de fondos especiales, asistencia extraordinaria ni respuestas claras para las miles de familias que lo perdieron todo. Su visita pareció más un acto de campaña que una acción de gobierno.

Mientras tanto, en Buenos Aires, la tensión sigue en aumento. Este miércoles, miles de jubilados marchan con el respaldo de hinchas de fútbol en rechazo a la brutal pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones. Además, el Congreso empieza a tratar las denuncias sobre la estafa de las criptomonedas en la que Milei promovió y que dejaron a miles de ahorristas en la ruina.

La pregunta es inevitable: ¿fue a Bahía Blanca para ayudar o para escapar del conflicto que se desata en la Ciudad de Buenos Aires? Por ahora, lo único claro es que llegó tarde, sin respuestas.