El protagonista de Pantera Negra padecía un cáncer de colon diagnosticado cuatro años atrás. La cuestión racial siempre fue un tópico presente tanto en sus trabajos como en su ámbito personal.
Chadwick Boseman
Podrán volar, saltar de un edificio a otro por sus propios medios, tener un arsenal de armas sofisticadísimas, achicarse hasta el tamaño de una hormiga o revolear martillos y escudos mágicos, pero ni el más valioso de los poderes es útil cuando del otro lado está el peor de los enemigos, el único al que nadie nunca ha logrado vencer: la muerte. Como el traje de su personaje más famoso, Hollywood se tiñó de negro al conocerse la noticia de la muerte de Chadwick Boseman a causa de un cáncer de colon. Apenas 43 años tenía este actor cuya carrera empezaba a despegar luego de haber interpretado en cuatro películas del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) a Pantera Negra. Entre ellas la que lleva el título del personaje, que en 2018 encabezó la taquilla estadounidense al recaudar 700 millones de dólares y meses más tarde se convertiría en la primera producción de este tipo en conseguir una nominación en la categoría Mejor Película de los Premios Oscar.
El actor falleció en su casa, rodeado de su esposa y el resto de su familia, según afirman los posteos publicados durante esta madrugada en las cuentas oficiales de Instagram y Twitter. Allí se lee que el cáncer fue diagnosticado en 2016 y que por su grado de avance requirió innumerables cirugías y sesiones de quimioterapia que, sin embargo, sirvieron de poco para detenerlo: la enfermedad rápidamente pasó de su fase 3 a la 4, de la cual ya no había retorno posible. Pero el actor, lejos de recluirse, llevó adelante todo este proceso sin abandonar los sets, filmando cuando los dolores de su cuerpo se lo permitían. Se sabe que la muerte magnifica la vida de quien acaba de perderla, pero en este caso hay que darle la razón al comunicado cuando cataloga a Boseman como un “verdadero luchador incansable”.