
A partir de marzo de 2025, el Gobierno de Javier Milei aplicará una serie de recortes en la cobertura de medicamentos gratuitos para jubilados afiliados al PAMI, afectando a miles de adultos mayores que dependen de estos fármacos para su calidad de vida.
Por un lado, se endurecen los requisitos para acceder a los medicamentos sin costo, lo que dejará fuera del programa a muchos jubilados que hasta ahora contaban con este beneficio. Entre las nuevas exigencias, se encuentra la prohibición de tener más de un inmueble, un auto con menos de 10 años de antigüedad o ingresos superiores a 1,5 haberes mínimos (con excepción para quienes convivan con personas con Certificado Único de Discapacidad). Además, los afiliados no podrán estar inscriptos en una obra social privada ni poseer bienes considerados de lujo, como embarcaciones o aeronaves.
Pero el ajuste no termina ahí. También se reducirá el listado de medicamentos cubiertos al 100%, excluyendo fármacos esenciales como el ácido acetilsalicílico (clave para prevenir problemas cardiovasculares), el aciclovir (antiviral), la fluoxetina (antidepresivo) y analgésicos como el tramadol y la metadona, indispensables para pacientes con dolor crónico.
Mientras el Gobierno sostiene que estos cambios buscan “focalizar los recursos en quienes más lo necesitan”, la realidad es que miles de jubilados deberán afrontar mayores gastos en salud, en un contexto de inflación y caída del poder adquisitivo. La medida genera preocupación en sectores de la sociedad que advierten sobre el impacto que tendrá en la calidad de vida de los adultos mayores, muchos de los cuales no podrán costear tratamientos que antes estaban cubiertos.
Con este ajuste, el Ejecutivo sigue profundizando su política de recortes, dejando en una situación vulnerable a quienes más necesitan asistencia. ¿Es este el “cambio” que se prometió?