Otro papelón del Gobierno de Mendoza: tres detenidos escapan de la Comisaría 25ª por un boquete

La inseguridad en Mendoza alcanza niveles alarmantes, y esta vez el escándalo se desató dentro de la misma fuerza policial. Tres detenidos lograron fugarse de la Comisaría 25ª de Guaymallén tras hacer un boquete en la pared, dejando en evidencia la falta de control y la desidia absoluta del gobierno provincial en materia de seguridad. Mientras los mendocinos son víctimas de robos y asaltos a diario, los delincuentes escapan de las propias dependencias policiales sin mayores dificultades.

Los prófugos, identificados como Eduardo Gerónimo Sosa Amaya, Luis Alcorta Berrios Morales y Juan Manuel Safie Abarca, estaban detenidos por delitos de robo y tentativa de robo. Sin embargo, eso no impidió que durante la madrugada del miércoles llevaran adelante una fuga digna de una película, pero en este caso, con la complicidad de la inoperancia estatal. La insólita situación se descubrió pasadas las 6 de la mañana cuando el personal policial realizó el recuento de internos, y recién entonces notó la ausencia de los tres delincuentes.

Un escape absurdo en plena comisaría: negligencia o complicidad policial

Según trascendió, los detenidos utilizaron la oscuridad de la noche para perforar una de las paredes sin que nadie se diera cuenta. ¿Nadie escuchó nada? ¿Ninguna cámara registró la maniobra? Todo apunta a una alarmante falta de control dentro de la comisaría, lo que deja al descubierto el pésimo manejo del sistema de seguridad en la provincia. Los delincuentes accedieron a los techos del edificio y se escabulleron hacia los patios traseros, desapareciendo sin dejar rastro. Mientras tanto, los mendocinos seguimos esperando respuestas.

La Inspección General de Seguridad (IGS) ahora investiga al personal de guardia que estuvo en la comisaría esa noche. Pero más allá de sanciones a algunos efectivos, lo cierto es que este escándalo refleja un problema más profundo: la seguridad en Mendoza está en crisis y el gobierno provincial es incapaz de garantizar el orden en su propia casa.

Un gobierno ausente y una policía en crisis

Desde el Ministerio de Seguridad intentaron minimizar el hecho, detallando que los delincuentes estaban presos por el robo de una escalera, un teléfono celular y el uso de una motocicleta con pedido de secuestro. Sin embargo, lo realmente grave no es la peligrosidad de los fugados, sino la absoluta incapacidad de la gestión provincial para administrar un sistema penitenciario que haga su trabajo.

Marcelo Puertas, titular de la IGS, se presentó en la comisaría para supervisar la investigación, pero de poco servirá si no hay un cambio estructural en el manejo de la seguridad. Mendoza se ha convertido en tierra de nadie, donde los ciudadanos padecen la inseguridad a diario mientras el gobierno se limita a reaccionar tarde y mal ante cada escándalo. ¿Cuántos papelones más tendrá que protagonizar la policía mendocina antes de que alguien asuma la responsabilidad?

El gobierno provincial ha demostrado, una vez más, su total desinterés en garantizar la seguridad de los mendocinos. Mientras se suben tarifas y se ajusta a los ciudadanos, los delincuentes no solo roban en las calles, sino que ahora escapan con facilidad desde las propias comisarías. Un bochorno absoluto que deja en claro quiénes pagan las consecuencias de la desidia estatal: siempre los ciudadanos.