El caso fue denunciado en la Justicia. Rémoras del caso Báez Sosa.

Durante la madrugada de este miércoles, a la salida de la fiesta de Navidad “Open Air”, un joven llamado Mateo Di Bari fue agredido de manera sorpresiva, por la espalda y sin motivo aparente, por un grupo de personas, entre las que estaría involucrado Thermo Fernández, jugador de Marista Rugby Club.
La agresión fue tan severa que Mateo tuvo que ser hospitalizado con daños visibles en el rostro. Su madre presentó una denuncia formal en la fiscalía, lo que ha dado un giro legal al caso.
Testigos señalaron que Fernández tendría antecedentes de violencia en otros eventos similares y una causa judicial pasada por plantación ilegal de marihuana cuando era menor de edad. Además, remarcaron que su padre, Diego Fernández, sería parte del equipo organizador de la fiesta, que se realizó en la bodega Tierras Altas.
“El ataque fue a mansalva, sin piedad y con total impunidad. No hubo intervenciones, y ayer la policía dijo que no podía hacer nada”, afirmó un testigo. También se cuestionó la falta de una ambulancia en el lugar, a pesar de que el evento fue habilitado por las autoridades de Mendoza.
Otro testigo expresó la importancia de tomar medidas ejemplares:
“Creo firmemente que el club y la Unión deben actuar con contundencia y aplicar una sanción. Esto enviaría un mensaje claro y reafirmaría los valores de respeto, disciplina y camaradería que queremos transmitir en este deporte. Incidentes como este dañan la reputación del club y generan una percepción negativa hacia el rugby”.
Este hecho recuerda casos recientes de violencia en grupo, como el de Fernando Báez Sosa, y pone en evidencia la necesidad de actuar con firmeza para evitar situaciones trágicas.