El obispo de San Rafael, Eduardo María Taussig, decidió dar marcha atrás con la suspensión de la comunión en la boca para que los fieles participen a pleno de las celebraciones de Semana Santa.
“Teniendo en cuenta la situación y haciendo la consulta con las autoridades competentes y con el consejo administral, he visto oportuno habilitar la comunión en la boca para las personas a las que se les dificulta comulgar en la mano. Se aplicará según el criterio de cada párroco en el ámbito de su jurisdicción”, explicó el obispo.
“Yo recomiendo vivamente que se siga comulgando en la mano por un cuidado de la vida propia, del sacerdote y de los demás. El quinto mandamiento”, agregó.
Además, sostuvo que la medida está atada a la evolución de la pandemia en Mendoza. “Mientras sigan estas condiciones mantendremos esta apertura. Si la pandemia recrudece o llega la segunda ola volveríamos a las medidas anteriores”, señaló.
El año pasado, Taussig decidió que los feligreses no pudieran recibir la comunión en la boca por cuestiones sanitarias y se desató una cruzada entre el obispado y los seminaristas y algunos laicos que terminó con el cierre del seminario y una agresión física contra Taussig.
“En la diócesis la situación está más controlada y esta decisión la tomamos consultando con las autoridades. Lo más importante es que tenemos que vivir la Semana Santa, recibirlo a Jesús con un corazón pacificado, buscando de la mejor manera ponernos en el encuentro sacramental, dijo el obispo.
“Es una gran pena que mucha gente no tuviera la libertad para recibirlo en la mano y se privaba del bien inmenso de la comunión. Por eso en mi corazón de padre quiero atender esas necesidades”, agregó.
También insistió en reforzar la catequesis en este aspecto: “Las dos maneras de comulgar son válidas, legítimas, aprobadas por la Iglesia, los papas y los obispos. Hay que purificar de toda ideología y de todo lo que se pueda haber metido en las redes de personas que no están lo suficientemente formadas para que vivamos lo esencial y la comunión sea un gesto de entrega a Jesús”.
Por otro lado, recordó que el año pasado por primera vez en la historia de la Iglesia argentina, la Semana Santa se celebró sin el pueblo de Dios. “Este año la vamos a poder celebrar con la participación de los fieles cumpliendo los protocolos, con la mitad de los templos y todas las cautelas sanitarias. Se suspende en San Rafael el vía crucis que se hará por la radio y en una caravana de autos por los barrios. También se suspende el lavado de pies y la vigilia será de 4 lecturas, no de 7”, cerró.
fuente sitio andino