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Rodolfo Suarez aún no firma la norma que establecerá el uso voluntario del tapabocas en la provincia.
En medio de una pronunciada baja de casos de coronavirus en Mendoza, Rodolfo Suarez anunció el pasado sábado que “el uso del barbijo será optativo en todo el territorio provincial”. Tras esa declaración del gobernador, que generó malestar en algunos comerciantes y confusión, en el Ejecutivo ahora trabajan en la letra chica del decreto que será publicado esta semana y que contempla algunas excepciones.
En tal sentido, tanto Suarez como la ministra de Salud, Ana María Nadal, apelaron a la responsabilidad individual y recomendaron que las personas de riesgo y los adultos mayores lo sigan utilizando. Incluso la funcionaria adelantó que la nueva disposición no regirá en espacios “donde hay circunstancias sanitarias especiales”.
Así las cosas, este lunes en la Casa de Gobierno se analizaba en qué lugares seguirá siendo obligatorio el barbijo. En principio, en hospitales y centros de salud de la provincia, tanto el personal como los asistentes deberán llevar los elementos de protección denominados de “prevención facial”.
Si bien se esperaba que la misma medida se tomara para el transporte público, este lunes el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, confirmó que será “optativo también”, por lo que quedará a criterio del pasajero colocarse el dispositivo.
A la espera de la letra chica
Los supermercadistas, en tanto, esperan la letra chica del decreto provincial. Sin embargo, durante el fin de semana y esta mañana hubo malestar porque muchos clientes llegaron sin barbijo a hacer sus compras.
“Nos pareció desatinado que el gobernador anuncie que el uso del tapabocas será opcional sin tener la norma publicada en el Boletín Oficial. Se generó confusión en la gente que llegó con la cara descubierta y no había forma de hacerles entender que aun la medida no se oficializó”, consideró un tanto ofuscado el gerente de un reconocido hipermercado.
Por lo pronto, señalaron que les recomendarán a sus empleados su utilización. “El que no lo lleve y se enferme, correrá con esa responsabilidad por su cuenta”, indicaron.
“Ya hay un gran relajamiento en la sociedad y se nota la ausencia en la colocación”, consideró Adrián Ailín, presidente de la Cámara de Comercio de Capital (Cecitys), quien afirmó que en los comercios será voluntario.
Rodolfo Torres, el coordinador médico de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza, consideró, a modo personal, que en “hospitales, centros de salud y el transporte público debería seguir siendo obligatorio”.
Del mismo modo, Mario Valestra, presidente del Colegio Farmacéutico, fue contundente al asegurar que “no fueron consultados por el Gobierno, pero que debería seguir usándose debido a que los pacientes van a las farmacias con patologías COVID o alguna otra”. Y agregó: “Del mismo modo, los profesionales y auxiliares deben usar barbijo para la atención. Esa me parece la acción sanitaria más adecuada para la provincia”.
La recomendación de los médicos
El médico Ricardo Tejeiro, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó en diálogo con LVDiez cuándo se debe o no usar barbijo: “Cuando estamos en un espacio cerrado con un grupo de convivientes, no sería mayor riesgo si estamos todos vacunados o no hay gente conocida que sea vulnerable, porque nos conocemos todos”.
“Pero cuando estamos en espacios cerrados con gente que no sabemos si está vacunada, que tiene una enfermedad preexistente o que puede tener alto riesgo, creo que el uso del barbijo todavía debemos respetarlo“, destacó el especialista
A su vez, indicó que, en un colectivo, por lo menos todos aquellos que tienen un riesgo “deben usarlo”. Y concluyó: “Todo esto tiene relación directa con los casos. Si empiezan a aumentar, como ya nos ha pasado, seguramente se va a volver al uso obligatorio del barbijo. Pero todo va a depender de la circulación viral”.