
El aumento de tarifas no da tregua en Mendoza. Mientras el gobierno provincial insiste en discursos de equilibrio fiscal y reordenamiento, la realidad es que los mendocinos deben enfrentar nuevos incrementos en los servicios esenciales. Ahora, la suba en la tarifa del agua y cloacas se suma a una serie de aumentos que golpean con fuerza a los hogares y las pequeñas y medianas empresas, que ya venían asfixiadas por la crisis económica.
Según lo establecido por el Gobierno de Mendoza, la tarifa de agua aumentará un 25% en febrero y un 6,64% en julio, acumulando un total del 33,3% en 2025. Si bien este porcentaje parece estar en línea con la inflación proyectada, lo cierto es que se suma a un incremento desmedido que se arrastra desde 2024. Durante el año pasado, la factura de Aysam sufrió aumentos que oscilaron entre el 270% y el 350%, superando ampliamente el índice de precios al consumidor. A pesar de estos ajustes, el servicio continúa presentando falencias en infraestructura y distribución, sin que se refleje una mejora real para los ciudadanos.
Un ajuste brutal que impacta en las pymes y la economía local
El encarecimiento de los servicios no solo afecta a los hogares mendocinos, sino que también pone en jaque a las pymes y al comercio local. José Vargas, economista de la consultora Evaluecon, afirmó que las tarifas han aumentado mucho más que la inflación, generando un desequilibrio económico difícil de sostener. “La actividad económica no logra repuntar, y estos aumentos impactan de lleno en las empresas que ya venían operando con un margen muy ajustado”, explicó Vargas.
Rubén Palau, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), también criticó la medida, asegurando que el incremento en la tarifa del agua es un golpe más para los sectores productivos. “Las pymes ya enfrentan aumentos en alquileres, energía y combustibles, y ahora se les suma un nuevo ajuste en el agua. Es insostenible”, expresó Palau.
El doble discurso del Gobierno de Mendoza
Mientras el gobierno de Alfredo Cornejo se jacta de una gestión eficiente y de inversiones en servicios, la realidad es que los mendocinos pagan tarifas cada vez más altas sin ver una mejora en la calidad del servicio. El agua, que es un recurso esencial y administrado a nivel provincial, sigue siendo objeto de aumentos desproporcionados que afectan a toda la población.
Además, Mendoza se encuentra entre las tres provincias con mayor carga impositiva sobre la tarifa eléctrica, según un estudio del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-CONICET. Esto demuestra que la provincia no solo traslada los aumentos nacionales, sino que además aplica su propio ajuste en los servicios básicos.
Lejos de buscar soluciones reales, el gobierno provincial continúa justificando los incrementos bajo el argumento del “reordenamiento de tarifas”. Sin embargo, los mendocinos siguen pagando cada vez más por servicios que no mejoran y que, en muchos casos, ni siquiera cumplen con los estándares mínimos de calidad.
Los mendocinos pagan más y reciben menos
En un contexto donde la inflación sigue golpeando los bolsillos, los incrementos en el agua y la luz dejan en evidencia la falta de sensibilidad social del gobierno provincial. Mientras los salarios no alcanzan y la actividad económica sigue en crisis, la administración de Cornejo sigue privilegiando el ajuste antes que la búsqueda de alternativas para aliviar el impacto en los ciudadanos.
Los mendocinos merecen respuestas, no solo aumentos. La pregunta es: ¿hasta cuándo seguirán pagando los platos rotos de una gestión que no ofrece soluciones reales?