
Un nuevo escándalo golpea a la Policía de Mendoza. El subcomisario Sergio Omar Vilches, con denuncias por violencia de género y abuso sexual, perdió este viernes el beneficio de la prisión domiciliaria tras algo insólito: salió de su casa y decidió detenerse a tomar un café en San Martín, lo que derivó en que fuera enviado directo a la cárcel.
Vilches, denunciado por su expareja en 2023 y nuevamente en 2024 por abuso sexual, se encontraba bajo arresto domiciliario desde junio, luego de que se dictara la prisión preventiva. La fiscal Mariana Gutiérrez lo había citado para notificarle que la causa sería elevada a juicio, pero el policía —acompañado por su actual pareja— no resistió la tentación de desviarse y tomar un café a una cuadra de la fiscalía.
Ese simple acto le costó caro: fue fotografiado por vecinos y denunciado ante la fiscal, que de inmediato ordenó revocar el beneficio y trasladarlo a la cárcel. Ahora, en los próximos días, un juez definirá si el subcomisario seguirá en prisión común o si volverá a su casa a la espera del juicio.
Más allá de la anécdota insólita, el caso expone una vez más el oscuro entramado de privilegios, connivencia y complicidad dentro de la fuerza policial de Mendoza, donde un funcionario acusado de crímenes gravísimos pudo permanecer en su hogar durante meses, mientras las víctimas siguen esperando justicia.