En una vil maniobra de manipulación política, el gobernador Alfredo Cornejo, a través de su ministro Natalio Mema, ha lanzado un chantaje directo a la oposición y a todos los usuarios del transporte público: o le aprueban el roll over para patear una deuda de $350.000 millones, o el boleto del micro se irá por las nubes.
La extorsión fue explícita. Este martes, Mema usó una rueda de prensa para enviar el mensaje mafioso: el subsidio que hoy mantiene el boleto a $1.000 depende exclusivamente de que el peronismo levante la mano para autorizar el endeudamiento.
Para que la amenaza quedara clara, el ministro recordó que tienen margen para llevar la tarifa a $1.800, y que el costo real sin ningún subsidio roza los $3.000. En criollo: la pistola en la cabeza de los mendocinos es un «tarifazo» de casi el 200% si los legisladores opositores no ceden al apriete.
El gobierno de Cornejo, que se jacta de su «buena administración», ahora no duda en utilizar a los trabajadores, estudiantes y jubilados que usan el transporte público como rehenes en su negociación política. Mientras hablan de «cambiar deuda mala por deuda buena», en la práctica están diciendo que si no consiguen su objetivo, el ajuste lo pagarán los que menos tienen.
Es la política del apriete en su máxima expresión. En lugar de buscar consensos, el oficialismo elige el camino del chantaje, poniendo en jaque el bolsillo de miles de mendocinos para forzar una votación en la Legislatura. Una jugada sucia que demuestra que, a la hora de la verdad, el usuario es solo una variable de ajuste en sus peleas de poder.