Brasil: bolsonaristas tomaron sede presidencial, la Corte y el Congreso nacional la Policía brasileña los desalojó (Videos)

Las fuerzas de seguridad ya retomaron el control de la sede presidencial, la Corte y el Congreso nacional. Hay 150 detenidos.

Las fuerzas de seguridad recuperaron este domingo el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.

Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Según informaciones preliminares de la Policía, citada por medios locales, hasta el momento hay 150 detenidos.

Decenas de agentes subieron la rampa que da acceso a la primera planta del palacio disparando gases lacrimógenos, mientras otro grupo de uniformados rodeaba el edificio.

Los policías también entraron a la sede del Supremo Tribunal Federal, retomando el control del edificio, que también fue tomado por radicales.

Los antidisturbios continúan enfrentándose a los bolsonaristas en las inmediaciones de la plaza de los Tres Poderes, donde se ubican las sedes del Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Centenares de bolsonaristas siguen ocupando la sede del Congreso Nacional, mientras los policías mantienen un cerco en la zona, según imágenes captadas por las televisiones.

Miles de radicales de extrema derecha, partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, entraron violentamente este domingo en el palacio de Planalto y en las sedes del Legislativo y del Tribunal Supremo causando daños en el mobiliario de estos edificios.

Los manifestantes no reconocen el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 30 de octubre y tratan de promover un golpe de Estado contra Lula, quien asumió la Presidencia el pasado 1 de enero.

Después de los graves hechos, Lula decretó la intervención de los órganos de seguridad de Brasilia, para poner a los cuerpos policiales regionales bajo las órdenes directas del Gobierno.