El oficial cumplía funciones como supervisor del Centro Estratégico de Operaciones (CEO) en el Valle de Uco. Una denuncia anónima lo complicó y constataron se encontraba en estado de ebriedad en pleno servicio.
Un policía que se encontraba a cargo del 911 en el Valle de Uco quedó complicado la madrugada del sábado por trabajar en estado de ebriedad.
Una denuncia anónima permitió descubrir que desarrollaba tareas en esa condición, por lo que la Inspección General de Seguridad (IGS) activó el protocolo correspondiente y le inició un sumario administrativo.
La información a la que se accedió sostiene que, pasadas las 2, un subcomisario de la Distrital IV (Tunuyán, Tupungato y San Carlos), recibió un llamado que lo alertó sobre el aparente estado de ebriedad de un oficial que permanecía a cargo del Centro Estratégico de Operaciones (CEO) en esa jurisdicción.
Ante eso, se verificó esa situación en la sede del CEO Valle de Uco, ubicada en calle San Martín al 1900, en Tunuyán, y solicitaron practicarle un test de alcoholemia al funcionario denunciado.
Un primer dosaje arrojó resultado positivo y determinó que tenía 1,34 gramos de alcohol por cada litro de sangre. Mientras que un segundo análisis confirmó que presentaba 1,50 g/l, detallaron las fuentes consultadas.
Por ese motivo, se labraron las actuaciones correspondientes y tomaron intervención los jefes policiales de la zona y personal de la IGS.
Desde ese ente de control policial, activaron el protocolo para este tipo de casos, por lo que le retuvieron al efectivo la pistola Bersa calibre 9 milímetros provista por Estado, dos cargadores sin municiones y el chaleco antibalas.
Además, el oficial fue derivado a la División Sanidad Policial para ser examinado y se le inició un sumario administrativo, por lo que se espera que en los próximos días se analicen las posibles sanciones que podrían caer sobre él.