Todos los que tuvieron algún tipo de contacto con el preso fallecido siguen aislados en una zona llamada Box Cero. Durante el fin de semana testearon a casi 40 internos. Se les toman placas de tórax y se les realiza el estudio para determinar si están infectados. En la cárcel ya están usando barbijos
Los internos fueron llevados hasta el hospital y luego asilados (imagen ilustrativa).
Tras la muerte de un preso por tuberculosis la semana pasada, desde el viernes se está trasladando a internos de la cárcel de San Rafael hasta el hospital Schestakow para realizarles estudios. Todos tuvieron algún tipo de contacto con el fallecido, o bien corrieron riesgo de contagio. El ministerio de Salud informó además que extrema medidas para contener un posible brote de la enfermedad.
Leandro Sosa Lucarelli fue quien murió producto de la infección de TB CDC, tan sólo 24 horas después de su internación. Al haberse contagiado en el Complejo Penitenciario Número IV de aquel departamento, rápidamente la decisión fue aislar a 66 individuos que habían compartido con él para que, en el caso de haber adquirido la bacteria, ésta no se siguiera propagando.
Desde hace cuatro días y según supo este diario, el Servicio Penitenciario provincial está llevando a sus compañeros a que comiencen con la batería de chequeos en el nosocomio. Una serie de exámenes que permitan definir si son o no portadores del bacilo de Koch, el agente que causa este padecimiento, descubierto en 1882.
Al menos tres tipos de pruebas distintas se practicaron a los posibles contagiados.
En este tiempo ya fueron testeadas al menos 37 personas. El fin de semana se llevó a 15 compañeros de pabellón de Sosa Lucarelli, y en la mañana del lunes a otros 22, de acuerdo a información oficial. Allí se realizaron pruebas de PPD (exámenes de tuberculina, a través de una inyección intradérmica), basiloscopías y toma de placas de tórax, según fue ordenado por los especialistas.
En el sector, los habitantes del módulo y el personal penitenciario ya están usando barbijos casi constantemente y manteniendo otras medidas de profilaxis, como la desinfección periódica de distintas zonas y la entrega de más material de higiene que el usual, contaron desde el Sevicio. Al mismo tiempo, se controla diariamente la temperatura y el oxígeno en sangre de otros internos.
Aislados en un lugar originalmente pensado para Covid
Al regresar de los controles, las personas continuaron aisladas dentro del penal, en un espacio diseñado durante la pandemia específicamente para este tipo de cuarentenas, por los cuidados que hay que mantener para relentizar contagios de Covid 19. Se llama Box Cero y allí conviven los 66 aislados hasta el momento. Esto se mantendrá de la misma manera al menos hasta los próximos días, cuando estén listos los resultados del hospital Schestakow.
La ministra Ana María Nadal viajó este lunes a San Rafael.
“Todo esto permite tener no sólo un mejor seguimiento y cuidado de quienes estuvieron en contacto directo con la persona fallecida, sino que además puedan quedar apartados. En tanto que la mercadería acercada por los familiares de cada uno de los que están en el pabellón se sigue recibiendo con total normalidad”, aclararon desde el Servicio Penitenciario.
Como contó UNO en las últimas horas, este lunes también viajaron autoridades del Ministerio de Salud hacia la comuna sureña. Tanto para interiorizarse sobre los detalles de la situación, como también para intentar llevar tranquilidad al grupo de posibles infectados y a sus familias. Además, hubo un acto oficial por la asunción del nuevo director que tendrá el nosocomio.
Por su parte, y consultados al respecto, los referentes de la cartera sanitaria dijeron que todavía no se puede hablar de brote y que es probable que esa situación pueda ser evitada. Para eso deberán mantener y profundizar los controles que actualmente se están llevando a cabo, según afirmaron.