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Futbolista exquisito, entrenador brillante y un ser humano de generosidad inagotable, según quienes los conocieron, Alejandro Sabella falleció este martes a los 66 años luego de dos semanas de internación en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
El DT subcampeón del mundo en Brasil 2014 venía evolucionando favorablemente desde el viernes al tratamiento por su dolencia cardíaca, pero en las últimas horas sufrió una complicación respiratoria en la clínica a la que había ingresado el 25 de noviembre pasado.
El exmediocampista de Estudiantes, River y Ferro había ingresado al Instituto con un shock cardiológico e infección previa producto de una “cardiopatía dilatada secundaria a enfermedad coronaria y cardiotoxicidad”, según había informado el centro médico.
Su recuerdo quedará inmortalizado por su exitosa etapa como entrenador tanto en Estudiantes como en la Selección. Con el club platense levantó la Copa Libertadores 2009 y llevó a tiempo suplementario al Barcelona de Guardiola, Messi, Ibrahimovic, Henry y Xavi -entre muchos otros cracks- en el Mundial de Clubes de aquel año. También conquistó el Apertura 2010 con el Pincha.
Al frente de la Selección, devolvió al equipo a una final del mundo en Brasil 2014 luego de 24 años, cayendo finalmente en tiempo extra con Alemania. Aquel equipo fue un verdadero gigante defensivo: no recibió goles en octavos, cuartos ni semifinales e incluso en el tiempo reglamentario del partido definitorio. Su devoción por el juego y su calidad humana también quedaron registradas para la eternidad con su lamento por un gol errado por Higuaín ante Bélgica -cuando casi se cae de espaldas- y el episodio con Lavezzi en el que el jugador le tira con agua de una botella en pleno partido mientras el DT, imperturbable, continúa con sus indicaciones.