Por el alto precio volvió a caer la venta de vinos en el mercado interno

El sector avizora un panorama complicado para lo que está por venir porque también viene en baja las exportaciones. La inflación es para los referentes de las entidades vitivinícolas el factor que más influye en la retracción de las ventas.

Antes era una preocupación pero ahora se encendieron las luces de alarma en el sector vitivinícola, las ventas en el mercado interno volvieron a caer en mayo y acumulan una retracción de 10 puntos en los primeros cinco meses del año.

La inflación, como origen del aumento de precios y a su vez el derrumbe del poder adquisitivo de los consumidores, es la principal causa que esgrimen los referentes de las principales entidades vitivinícolas de Mendoza para intentar explicar la situación actual del mercado.

Ante este panorama cada vez más negro que avizoran desde las organizaciones vitícolas, le agregaron un ítem más: la caída en las exportaciones.

Quien salió a poner un alto y marcó un futuro un poco más promisorio fue Martín Hinojosa, titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura. El funcionario eligió la “prudencia” a la hora de analizar lo que viene para el mercado del vino y aseguró que la contracción del mercado está deteniéndose y se está alcanzando un equilibrio.

LA CAÍDA EN LAS VENTAS

Según el informe que elaboró el INV, en mayo los despachos de vino al mercado interno sufrieron una merma del 4,9% en comparación al mismo mes del 2022.

Pero lo más preocupante para los actores del mundo vitícola es que la merma en las ventas en mayo no fue algo aislado sino que es una condición que arrastra el mercado del vino de hace meses.

De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura entre enero y mayo de 2023 la retracción en los despachos al mercado interno son del 10,1%, frente al mismo periodo del 2022.

Mientras que en los primeros cinco meses del 2022 se comercializaron 3.162.192 de hectolitros, este año la demanda cayó a 2.841.805 hectolitros.

“Claramente el tema es de precios pero no en supermercado donde se siguen manteniendo por lo que es el programa de precios justos y no se permite aumentar mucho de precio. Ahí se mantiene un poco más la venta, en esos canales, a pérdida muchas veces de las bodegas, no así en lo que es cadena, vinotecas y restaurantes donde se sube el precio más libremente”, afirmó Patricia Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina.

Milton Kuret, director de BA aseguró que “luego de una baja cosecha con fuerte impacto en los precios de materias primas, sumados a los restantes en la matriz de costos de los productos, las bodegas están comercializando en el mercado local con un gran esfuerzo por mantener los márgenes. Los incrementos de precios que puedan hacer, impactan en el volumen, claro efecto de las limitaciones del bolsillo de los consumidores”.

Para finalizar, Ortiz también se mostró altamente preocupada por la “caída que estamos viendo en las exportaciones y se deben al tipo de cambio trazado, vamos perdiendo competitividad. Las cajas de menor valor ya no son competitivas y no se pueden vender. A eso se suma que en Estados Unidos, nuestro principal mercado, también el vino argentino está cayendo, en parte por falta de la promoción, así que la verdad que el escenario que vemos, no es nada bueno y no creemos que de acá a fin de año eso valla a mejorar, sino por el contrario”, sentenció.

Fabian Ruggeri presidente de Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) también pintó un futuro bastante oscuro si la actividad sigue con la tendencia decreciente en el consumo.

“Por más que tuvimos una mala cosecha, si seguimos con esta tendencia en el consumo vamos a tener problemas con exceso en el stock. Parte de la situación se debe a que a la gente no le alcanza la plata, su poder adquisitivo real ha bajado. No es que deja de consumir, sino que en vez de tomar una botella por día toma menos y la hace durar un día y medio, en definitiva el consumo va bajando”, comentó el productor.

Al igual que la titular de Bodegas de Argentina, Ruggeri también se enfocó en la merma en las exportaciones y se lo atribuyó al “dólar absolutamente atrasado” más “la falta de convenios internacionales donde en todos los países que tenemos ingresos, estamos pagando un porcentaje de impuestos para entrar que va entre el 0% y el 30% por ciento sí, mientras que los países vecinos, como Chile, normalmente está en cero”, indicó.

Según el presidente de Acovi, los volúmenes que se comercializan en el mercado internacional cayeron “más de un 20%”.

Mauro Sosa, directivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este resumió todo el problema de la caída en los despacho con la palabra “inflación”.

“Es un tema recurrente que afecta sobre todo a las pequeñas y medianas empresas” y todo se resume en “la inflación que distorsiona la estructura del costo y hace mella el poder adquisitivo de los consumidores, que por supuesto se traduce en menores compras”, expresó.

“Lo que se ganó durante la pandemia, en el sentido de duplicar las ventas, se perdió cuando se transparentó la inflación mensual que tenemos, con un tipo de cambio oficial que sigue aumentando y que eso impacta en los insumos. Las empresas están batallando contra viento y mareas para poder mantener ese mercado interno tan importante y que siempre se ha privilegiado y que debe ser privilegiado, por supuesto, en paralelo con políticas de promoción de exportación, pero el verdadero e importante mercado lo tenemos dentro del país”, remarcó.

Sosa consideró que la actual situación económica ha generado que las bodegas vayan adecuando sus estructuras de costos “en función de mantener a la empresa, pero siempre pagando el precio de un achicamiento. Las economías regionales no están siendo consideradas, más allá de los discursos. Y en el caso de las empresas de mayor tamaño grandes también tienen sus dificultades, que son proporcionales al tamaño, pero tienen otras herramientas para enfrentar las crisis”, explicó.