Una versión sostiene que el pastor belga malinois fue otorgado en comodato al Ministerio de Seguridad. En caso de confirmarse esa situación, se agravaría la situación del suboficial del cuerpo de elite, quien fue sorprendido cuando manejaba en estado de ebriedad y arrastraba el cadáver del can.
El caso del policía que mató a un perro mientras manejaba alcoholizado generó profunda indignación dentro de la fuerza provincial. El suboficial llevaba a dos canes adiestrados a bordo de su camioneta y debido a su estado de ebriedad no advirtió que arrastró a uno de los animales a lo largo de varios metros, provocándole la muerte.
En las últimas horas, surgió una versión de que el pastor belga malinois llamado Indio, era parte de la División K9 del Grupo Especial de Seguridad (GES), ya que había sido otorgado en comodato por el propio funcionario policial que lo entrenó para las diferentes tareas policiales que desarrolla ese grupo de elite de la Policía de Mendoza.
Fuentes allegadas a esa división policial aseguraron que “el Indio estaba en comodato en la base del GES”. Incluso, en abril de este año viajó junto con otro can (Kratos) y un grupo de policías al partido de Toay, en La Pampa, donde realizó un adiestramiento táctico en el predio aeronáutico de Royal Enterprice Special Missions.
A través de esa información, la Inspección General de Seguridad (IGS) inició las averiguaciones pertinentes para establecer si el perro pertenecía de manera oficial al GES.
En ese caso, la situación del suboficial responsable de su deceso quedaría aún más complicado y se agravaría su conducta, ya que pasaría a ser investigado por un daño al Estado, explicaron fuentes judiciales.
El hecho
Corrían las 1.35, cuando llamados a la línea de emergencias 911 alertaron sobre un vehículo utilitario que llevaba arrastrando a un perro muerto por las calles de Palmira, San Martín.
Ante eso, personal policial se realizó un patrullaje por la zona en busca del rodado y lograron localizarlo en el cruce de calles Italia y Gagliardi, donde le frenaron el paso.
Los uniformados entrevistaron al conductor, de 44 años, y le advirtieron que llevaba un cadáver del can colgando de su camioneta Peugeot Partner. El hombre se identificó como miembro de la fuerza y les explicó que no se había dado cuenta de lo sucedido.
Fuentes consultadas explicaron que el suboficial llevaba a Indio y un pastor alemán en la parte trasera del vehículo, ambos atados. Aparentemente, mientras conducía se abrió la compuerta de la camioneta y el pastor belga malinois cayó al asfalto, quedando colgado de la cuerda. Así, el funcionario lo arrastró a lo largo de varios metros y le provocó la muerte, detallaron.
Un Juzgado Contravencional tomó intervención en el caso y se ordenó practicarle el test de alcoholemia al policía, el cual arrojó que tenía 0,82 gramos de alcohol por cada litro de sangre, y fue aprehendido.
Por ese motivo, se activó el protocolo correspondiente y se le retiró al suboficial la pistola calibre 9 milímetros reglamentaria, dos cargadores y el chaleco antibalas provisto por el Estado.