En la mañana de este domingo, el tradicional ruido del autódromo lavallino alertó a los vecinos y obligó la presencia policial. Qué sucedió realmente.
El rugir de los motores en el autódromo de las picadas de Lavalle despertó este domingo a los vecinos en el Norte de la provincia y generó gran confusión. Es que el inusual movimiento en la Ruta 34 a 5 kilómetros de la Ruta 40, donde el turismo interno está prohibido por pedido del intendente Roberto Righi, provocó que personal policial se presente en lugar ante una posible infracción del artículo 205 del Código Penal, sin embargo, todo estaba autorizado, informaron fuentes del Ministerio de Seguridad.
Minutos antes de las 10 de esta jornada dominical, personal de la Policía Vial se hizo presente en el autódromo luego de que desde la Comisaría 17° del departamento le informaran que en el lugar se iban a realizar prácticas autorizadas por el propio intendente.
La versión fue confirmada por el encargado del lugar, un hombre de unos 50 años que afirmó que están autorizados por el Municipio a realizar “prácticas, picadas y circuitos de motos”, respetando el distanciamiento social.
Según la información oficial, se instaló un puesto fijo para realizar un control y verificar si se cumplen las medidas sanitarias correspondientes, como así si hubieran personas poder cotejar si corresponden a las salidas por la terminación de DNI.
Cerca del mediodía, ya habían sido identificadas la totalidad de las personas que habían llegado al lugar en unos 30 vehículos.
En imágenes difundidas en las redes sociales, se puede ver a un importante número de personas al costado del circuito al borde de sus autos, en su mayoría hombres, y en algunos casos sin respetar la distancia social recomendada.
En consecuencia, los uniformados realizaron un acta con la identificación de las personas que se encontraban en el lugar y se controló el ingreso al circuito, aunque sin intervención del Dr. Iván Bazán de la Oficina Fiscal N° 7.