Una familia que no tenía reserva para hacer turismo interno fue llevada a una comisaría, porque pretendía eludir una norma sanitaria, Desde el vehículo filmó a los agentes incumpliendo también las recomendaciones de salud.
Una familia del Gran Mendoza decidió ir pasar este soledado domingo al Valle de Uco. Incluso viajaron con un bebé para distraerse y cambiar de aire. Pero algo no hicieron bien: no tenían la reserva turística y por lo tanto no estaban autorizados a viajar. Esto lo detectaron los preventores de Tupungato que no permitió que los turistas continuaran su mini viaje. Es lo que correspondía. Sin embarto, los agentes tampoco cumplieron con las recomendaciones santinarias y una de las personas que quedó demorada en la ruta los filmó tomando agua de la misma botella.
Una falta no extingue a la otra, no se suprimeen. No es momento de cuestionar quienes estuvieron peor. Lo cierto es que ambos cometieron una irregularidad.
La familia, esposo, esposa y dos hijos, de tres años y un mes, decidieron ir a comer unos sandwichs a la zona de El Peral. Antes de llegar, en un retén policial les pidieron la autorización para el turismo interno y no lo tenían, por lo que les pidieron que regresen a Dorrego, donde viven.
La pareja con niños regresó pero al ver que en la baja de los cerrillos había gente comiendo asado, decidió detener el vehículo para comer en ese lugar los sandwichs. Se sentaron allí a comer y aparecieron los preventores, quienes les habían dicho que debían regresar a su casa.
Entonces, los uniformados hicieron ir a la familia hasta una comisaría para labrar la multa, supuestamente, mientras la madre con los dos niños estuvo casi tres horas en el vehículo, sin agua, sin poder cambiarles los pañales al bebé y sin agua, mientras los preventores bebían de la misma botella.
fuente mendoza post