Como no saben cuándo podrán hacerlo en su país, vuelan a Rusia. El costo: unos 180 dólares para la vacunación y otros 1.200 dólares por el viaje, incluyendo el pasaje.
Un breve pinchazo y el alemán Enno Lenze ya suspira aliviado. El berlinés de 38 años solo espera que los efectos secundarios de su vacunación contra el coronavirus no aparezcan tan rápido, de manera que pueda ver lo máximo posible de Moscú.
“Si me siento bien, visitaré un museo tras otro”, explica Lenze a dpa. Llegó junto con otro medio centenar de alemanes en un “tour de vacunación” a la capital de Rusia, para aplicarse la Sputnik V.
Y afirma que, en Alemania, habría tenido una cita para vacunarse no antes de fines de año. “Simplemente no se sabe”, dice.
Se trata ya del segundo vuelo para vacunarse en Moscú que ofrece el operador turístico noruego World Visitor. “Hasta septiembre, llevaremos cada semana a 50 personas a Moscú”, señala el jefe de la oficina en Múnich, Hans Blank, y dice que recibe una “tremenda” cantidad de consultas.
Un oficial del Servicio Federal de Protección de la Federación de Rusia guarda a la entrada del Mausoleo de Lenin en la Plaza Roja en Moscú. Foto EFE
Para el Estado ruso, que vende su vacuna en el mercado internacional, estas noticias son bienvenidas: alemanes que, ante el tan mentado caos de la vacunación en su patria, buscan salvarse en Rusia. La televisión estatal rusa sabrá sacar provecho de estas imágenes.
Algunos de los grupos de viajeros alemanes se ven rodeados por reporteros. Una entrevista por aquí, otra por allá. A diferencia del resto, no deben dirigirse a una clínica privada, sino que la vacuna se les administra directamente en el hotel.
El viaje a Moscú no es barato. Lenze calcula 150 euros (unos 180 dólares) para la vacunación y otros 1.000 euros (unos 1.200 dólares) por el viaje, incluyendo el vuelo.
El berlinés regresará a Moscú en tres semanas, para recibir la segunda dosis de Sputnik. En cambio, Thomas Waller, de 24 años, permanecerá durante ese tiempo en Rusia.
Putin, feliz
“La vacunación es un estímulo para encontrarme con amigos y familia en Moscú, el segundo estímulo”, dice un abogado de Hamburgo. “Mi mujer es rusa”, agrega.
Debido a las fronteras cerradas durante la pandemia, por largo tiempo no pudo volar a la capital rusa. Ahora, desde hace poco tiempo, los ciudadanos alemanes con un visado válido pueden volver a viajar por vía aérea. Antes este “tour de vacunación” no habría sido posible.
En agosto del año pasado, Rusia lanzó la Sputnik V, la primera vacuna del mundo de amplia aplicación en la población. Entretanto ya salieron otras dos vacunas rusas al mercado.
Mientras que en Moscú es posible vacunarse incluso en centros de compras, en otras regiones hay que esperar mucho más para obtener una cita para la aplicación.
Al preguntarle a una reportera de la televisión estatal rusa que acaba de entrevistar a dos alemanes si el presidente Vladimir Putin se alegra por las imágenes de alemanes vacunándose en Moscú, responde que se trata de salvar vidas humanas con la vacuna, y no de una cuestión política.
Putin, de 68 años, recibió la segunda dosis el día anterior a la vacunación de los alemanes. El Kremlin señaló luego que el jefe de Estado se encontraba bien. Otros vacunados reportaron posteriormente que sufrieron fiebre y dolor de cabeza y en las articulaciones.