Los detalles de como se encubrió al abogado que huyo después de atropellar y matar al sereno

El final de un festejo se complicó en las primeras horas de este domingo. El abogado Mauricio Le Donne, al mando de una camioneta, impactó contra una garita en la que había guardias de seguridad. Uno de los vigilantes murió por las heridas y el sospechoso huyó. ¿Lo ayudó alguien?

ASÍ QUEDÓ LA CAMIONETA EN EL LUGAR DEL IMPACTO

El festejo se había planeado para familiares y amigos. No más de 100 personas en la quinta más conocida del puesto San Isidro (El Challao), propiedad de un importante empresario de Mendoza. En ese lugar, dos sobrinos del hombre de negocios habían decidido celebrar un cumpleaños y una graduación respectivamente.

Corría la alegría y también bastante alcohol. Pero a eso de las 5 de la madrugada, la música se interrumpió y un guardia ingresó en la sala donde se estaba desarrollando la selecta reunión:

—Les voy a pedir que tengan cuidado al bajar, porque ha habido un accidente. Los que no estén en condiciones de manejar, no suban a sus vehículos— pidió el guardia.

Después la música continuó otro rato: al menos hasta las seis, según diversas fuentes. Quienes estaban en la celebración no sabían que algunos kilómetros más abajo, un rato antes y en la entrada a la propiedad, una camioneta había impactado con una garita, hiriendo mortalmente al guardia y estudiante de enfermería Juan Marcelo Sunagua (39)

ASÍ QUEDÓ LA GARITA TRAS EL IMPACTO.

El tramo más extraño

Inicialmente se comunicó a la ART que había un herido. Sin embargo, al ver que Sunagua empeoraba rápidamente –estaba destrozado por adentro– una mujer se contactó con el 911.

A continuación, una ambulancia de la empresa A Tiempo trasladó al hombre agonizante al Hospital Central, donde murió a eso de las 9.En ese punto comienza el tramo más extraño del caso, básicamente por dos motivos.

Por un lado, porque cuando la Policía Vial de Las Heras arribó al puesto San Isidro un efectivo retirado que se identificó como Alberto Walter V. (52) -trabajaría como guardia- le habría bajado el tono a la situación y hasta habría dicho que el vigilante herido se había lesionado superficialmente al impactar solo contra una pared.

—Sí…se quedó dormido en un vehículo mientras hacía el rondín— afirman que insistió este guardia. Pero el correr de las horas demostró que esa versión no era cierta. Cuando finalmente ingresaron las autoridades, la camioneta había sido movida, alterando toda la escena.

JUAN MARCELO SUNAGUA MURIÓ POR LAS HERIDAS.

El otro aspecto llamativo es que el conductor, Mauricio Le Donne, abandonó la camioneta y se escapó. Ahora bien: no es una zona en la que uno pueda huir fácilmente. Y menos a pie. Las distancias son largas y no hay demasiadas calles ni esquinas: es el Piedemonte. Y si Le Donne hubiese querido correr hasta el barrio Dalvian -donde aseguran que vive- habría tenido que andar unos 5 kilómetros a escondidas, lo que resulta poco probable en esa área fuertemente monitoreada.   

MAURICIO LE DONNE ES QUIEN HABRÍA CONDUCIDO LA CAMIONETA.

Llama la atención, además, que el sospechoso sea hijo de un histórico dirigente radical y que milite en las filas del oficialismo provincial. Como sea, se las arregló para entregarse recién este lunes, cuando cualquier prueba de alcoholemia le dará negativo.

Ahora se espera que el fiscal de Tránsito Fernando Giunta siga trabajando en el caso y le tome declaración al joven, que podría recibir una imputación por homicidio culposo agravado, delito que prevé entre 3 y 6 años de prisión.  

Entre tanto, los trabajadores de la empresa de Seguridad han organizado una colecta para ayudar a la familia del fallecido con los trámites del velorio y el entierro