Según los testigos, la liberaron debido a la intervención de la directora del centro de salud.
En la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA), en Longchamps del partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires, una enfermera que trabaja ahí vivió un terrible episodio, denuncia que fue esposada por una oficial de la Policía por negarse a realizar una extracción de sangre a un detenido en medio de una emergencia.
Algunos testimonios de testigos, la enfermera, Claudia, suspendió la tarea ante la llegada de una persona que había sufrido un infarto: un “código rojo”, según lo denominan en el centro de salud. Fue entonces cuando una oficial de la fuerza le impidió continuar con su trabajo y le colocó las esposas que, según señalaron, tenía el detenido.
La Policía defendió su accionar, al virilizarse las imágenes, aseguró que la profesional los había recibido “de forma agresiva y se habría abalanzado sobre la efectiva”. Y además dijo que la enfermera se había negado a realizar los exámenes de sangre y orina indicados porque reclamaba que la fuerza de seguridad le proveyera el material necesario para las tareas.
Hasta el momento se conocen ambas versiones contrapuestas y la enfermera realizó una denuncia por abuso de autoridad. En el caso interviene la UFI 4 de Lomas de Zamora.